TW
0

Efe|LISBOA
El Barcelona ganó anoche con autoridad (2-5) a un débil Sporting de Lisboa y se aseguró el primer puesto del Grupo C de la Liga de Campeones, en un encuentro con muchos goles dominado en todo momento por los hombres de Pep Guardiola.

El encuentro arrancó en frío, con ambos equipos estudiándose, aunque con un Barca con más posesión del balón, que lo hizo circular de banda a banda sin demasiada profundidad. Los azulgranas no conseguían penetrar la tupida defensa de «los leones» hasta que Lionel Messi tomó las riendas del partido, primero con una falta que provocó al borde área, ejecutada por Xavi al larguero, y luego con una genial internada en la que sirvió a Henry para que marcase el primer tanto del encuentro.

Messi era un auténtico dolor de cabeza para los lisboetas, que apenas pudieron reaccionar al gol, ya que a renglón seguido, en un barullo tras un córner botado por el Barca, el central Piqué metió la pierna para anotar el segundo tanto con la ayuda del sportinguista Polga. Cada acción del astro argentino, que jugó por el centro del ataque con libertad de movimientos, ponía un nudo en la garganta a los aficionados lusos, que incluso terminaron aplaudiendo sus regates imposibles. El bielorruso Hleb también hizo muy buen trabajo por el flanco derecho, donde se mostró muy participativo aprovechándose de la debilidad del lateral argentino Grimi. El Barca se veía muy superior a su adversario, que tuvo una actuación muy pobre, y se dedicó a mover el balón sin prisas para hacer tiempo hasta el final del primer período.

En el segundo tiempo, Guardiola dio entrada a Bojan y dejó en el banquillo a Henry, mientras que su colega Paulo Bento quiso dar más mordiente al ataque con la incorporación del fogoso Derlei por un apagado Romagnoli. Pero el guión era el mismo que el del primer acto, y a los cuatro minutos del segundo período, en una jugada de picardía, tras una falta sacada por Alves, el genial Messi se quedó solo ante Rui Patricio y no perdonó. La pulga ya tenía su premio y dejó al conjunto luso en estado «shock», mostrando una alarmante falta de juego y ganas.