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Tolo Jaume El Campeonato de Balears de rallys bajó ayer el telón de forma precipitada en el Coll de sa Creu con la suspensión de la Ronda d'Hivern. Los incidentes y el lanzamiento de piedras obligaron a la cancelación de la carrera organizada por la escudería Drach y en buena medida empañaron la protesta pacífica con la que se quiso dejar patente el malestar en la familia automovilística balear por la convulsa situación que atraviesa desde hace mucho tiempo la Federació d'Automobilisme de Balears (FBA).

Aficionados y deportistas habían acordado dejar constancia de su malestar por la caótica situación que ha provocado el vacío de poder en el organismo que rige este deporte en el archipiélago. Pancartas reivindicativas, lápidas de cartón anunciando la 'defunción' de la FBA y una sentada impidiendo la salida de los coches se convirtieron en las medidas adoptadas por los disconformes con la gestión del inhabilitado presidente Massimo Biella, que está vinculado precisamente a la escudería organizadora de la Ronda d'Hivern.

Los pilotos y seguidores que protestaban decidieron pasar a la acción. Habían sido meses de protestas por los obstáculos con los que se encuentran los organizadores de carreras y la desatención de las instituciones a los desmanes de la FBA. El ambiente, que estaba caldeado, estalló. Algunos pilotos pisaron el acelerador entre el público propiciando escenas de mucho riesgo y los más exaltados respondieron con el lanzamiento de piedras y algunos colocaron obstáculos en la salida de algunas curvas para impedir la celebración de la cita. Ante el riesgo para la integridad de los participantes y el público los organizadores pusieron en conocimiento de la Policía Nacional y la Guardia Civil los incidentes y abrieron un paréntesis para decidir sobre la continuidad de la carrera. Persistieron los problemas y ante las dificultades para garantizar la seguridad los responsables de la carrera optaron por la suspensión de la cita.

Los cuerpos de seguridad intentaron esclarecer los hechos y se dispusieron a realizar identificaciones para intentar depurar responsabilidades.