El Mallorca se queda sin premio

Los dos equipos presumieron de pegada durante el primer cuarto del encuentro y escenificaron un llamativo intercambio de golpes del que ninguno sacó tajada. Pese al liderazgo del Lleida, las diferencias fueron siempre mínimas y ambos firmaron las tablas sobre la bocina (30-30).

En el segundo acto, el Mallorca empezó a distanciarse y marcó en todo momento la pauta en el electrónico del Palau, que registró la mejor entrada de la temporada gracias al efecto Nadal. Los isleños cuajaron los mejores minutos del partido y le abrieron la puerta a otra posible victoria con un suculento botín que endulzó el tiempo de descanso (57-51).

El Lleida supo reaccionar a tiempo y pisó el acelarador en cuanto volvió a la cancha. Poco a poco, recuperó la desvantaja que arrastraba y se fue distanciando. Tanto, que llegó al parcial definitivo con el guión de la cita en sus manos (69-74).

Los catalanes lo tenían a todo a su favor y se dedicaban a llevar la iniciativa, dejándole al Mallorca la responsabilidad de cambiarlo todo. Los de Edu Torres llegaron a disponer de siete puntos de renta a falta de menos de cuatro minutos y daba la sensación de que conseguirían huir. Sin embargo, los locales despertaron desde el perímetro. Dos triples de Tiedeman taponaron la hemorragia y desplegaron un final de infarto. A falta de once segundos el Lleida todavía mandaba (93-95), pero el Mallorca se había asegurado la última posesión. Riera decidió jugársela, pero recibió un doloroso tapón del que equipo se repuso milagrosamente gracias a la aparición de Blair. El americano, en un arrebato grandioso, empató cuando casi nadie lo esperaba y alargó la vida del choque.

Ya en la prórroga, el Lleida se apoyó en una gran salida para marcar el territorio y los de Xavi Sastre no pudieron evitar su escapada. Se perdió, pero lo más importante es que el equipo volvió a convencer.