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Santiago Aparicio|MADRID
Con dos tantos, un pase de gol y un compromiso incuestionable, Raúl alentó la 'era Juande Ramos', la nueva etapa abierta de golpe en el Real Madrid y que apaciguó, momentáneamente, la inestabilidad del club, para nutrir además el estímulo del equipo blanco en vísperas de la cita del Nou Camp. Pero a pesar de las matemáticas dio la sensación de que el Real Madrid apenas creyó en la posibilidad de ser primero de grupo. Al menos, esa pinta ofreció tanto el equipo como el ambiente. Espíritu de trámite. Sin embargo, era el Zenit el que acudió con todos los deberes hechos en Europa. Nada le podía mover de la tercera plaza y de su trasvase hacia la Copa de la UEFA. El empate de la Juventus ante el BATE dejaba sin valor cualquier resultado.

El tanto llegó en el momento menos esperado. En un tramo plano del partido. Cerca de la media hora Van der Vaart envió al aire un centro que Malafeev no consigue atajar. Dejó el balón muerto, blando. Y Raúl, desde atrás, aprovechó el error para marcar. Robben pudo marcar el segundo a diez minutos del descanso con un buen disparo que desvió el meta. Pudo empatar el Zenit con un tiro del lateral Alekandr Anyukov a un rechace. Con la defensa descolocada. Fue alto.

En el intermedio, Juande Ramos empezó a pensar en el Barcelona. Sacó al alemán Christoph Metzelder por Rafael Van der Vaart. Situó al germano de lateral derecho y mandó a Salgado al izquierdo, para cubrir la baja en el Nou Camp de Marcelo, que adelantó su sitio. La mente puesta en Leo Messi el sábado.

Tranquilizó mucho la situación el gran gol de Robben, que aprovechó un centro de Raúl para encarar al portero del Zenit y firmar una precisa vaselina inalcanzable para el meta. Casi al momento, el nuevo técnico del Real Madrid resguardó a Guti, al que sustituyó por Javi García.

Entretanto, la única maniobra del preparador del conjunto ruso Dick Advocaat, fue quitar a Andrei Arshavin. Reclamo para el público dado el 'run run' que planea su futuro. El líder del Zenit apenas inquietó al Real Madrid. Si acaso unos cuantos destellos en el tramo final de la primera parte.

Robben, que ofreció una de sus mejores versiones, le devolvió la asistencia a Raúl, que recuperó la definición de sus tiempos de antaño, para desempolvar la 'palanca' que popularizó y dar sosiego al encuentro. Marcó el tercero. Después fue al banco. Otra mirada al Camp Nou. El palo desdibujó dos veces los esfuerzos del Zenit. Fayzulin y Danny se encontraron con los postes en sus merecidas ocasiones de gol.