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El base internacional Ricky Rubio reconoció ayer, en su presentación como nuevo jugador del Regal Barcelona para las próximas seis temporadas, que su prioridad siempre ha sido marcharse a la NBA, pero que el acuerdo al que el DKV Joventut llegó con el Minnesota Timberwolves «tenía muchas lagunas».

«Ir a Minnesota era complicarme mucho la vida. Era arriesgado y no lo vi claro», aclaró Ricky, quien ha decidido firmar por el Barça, «para seguir progresando como jugador y ganar títulos», pues considera que el club catalán «es uno de los mejores de Europa». Rodeado de una gran expectación mediática, Ricky Rubio fue presentado en la sala de prensa del Camp Nou a última hora de la tarde de ayer acompañado del presidente del Barcelona, Joan Laporta, el directivo responsable de la sección, Josep Cubells, y el secretario técnico, Joan Creus. Laporta reconoció la magnitud de la operación -el Barça pagará 3'7 millones más IVA al Joventut por su traspaso-, pero justificó la inversión, «porque es una de las mejores que se pueden hacer en el mundo del baloncesto, hoy en día». Para Laporta, tener en su plantilla a Ricky, «que por su calidad y juventud encaja perfectamente en el perfil Barça», es «un sueño». Rubio se incorporará mañana a la concentración de la selección española, «con la mente despejada», después de quitarse «un peso de encima».

Ricky se va al Barça agradeciendo a la afición de la 'Penya' «su apoyo» y al club verdinegro que le diese la oportunidad de debutar a los catorce años, «pero yo también he hecho muchas cosas por ellos», recordó. El jugador no quiso entrar a valorar las palabras de su ex presidente, Jordi Villacampa, quien ayer dijo sentirse decepcionado con el jugador por haber forzado su salida para fichar por el eterno rival en lugar de marcharse a la NBA.