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En apenas veinte días, Javier Martí Asensio (Madrid, 1975) se ha convertido en la nueva imagen del Real Mallorca. El jefe, que también dirige las nueve sociedades pertenecientes al Grupo Safin, ha agarrado con fuerza el timón de la entidad desde que el pasado 7 de agosto su padre, Javier Martí Mingarro, adquirió el 93'24% de las acciones de la SAD balear. El mutismo de su progenitor ha empujado a la primera línea de fuego a este joven empresario -Pep Lluís Martí es mayor que él-, padre de tres niñas de 11, 10 y 2 años y un niño de 6, que llegó a militar en el cadete del Real Madrid, que iba para periodista y al que el destino le ha reservado un papel inesperado en la historia del club. A pesar de su inexperiencia, no le ha temblado el pulso a la hora de dirigir personalmente las negociaciones para incorporar jugadores. Incluso en contra de la opinión de Gregorio Manzano. Su rifi rafe con el entrenador ya forma parte del libro del curso. De trato cercano y discurso sincero, el consejero delegado del Mallorca atendió ayer a Ultima Hora para trazar las bases de un proyecto que nace con el único objetivo de gestionar la enorme deuda que arrastra la entidad. Javier Martí apuesta por minimizar los gastos en la medida de lo posible y confía en salvar económicamente la entidad en un plazo de cuatro o cinco años.

 

-Dos días después de cerrar la plantilla, de entregarle al entrenador su primer proyecto al frente del Real Mallorca, con seis incorporaciones, incluyendo la guinda de Borja Valero, ¿cuál es su sensación?

 

-Estoy francamente contento porque creo que las gestiones, en materia deportiva, han salido como deseábamos todos. Incluso mejor de lo que pensaba 24 horas antes del cierre del mercado. El fichaje de Borja fue muy importante y pienso que va a ser muy positivo para el Mallorca.

 

-¿La incorporación de Borja ha supuesto una inyección de calma en sus relaciones con el entrenador?

-La comunicación con Gregorio Manzano comenzó bien, pero luego no nos entendimos por el asunto de la contratación de Bruno China y ahora vuelve a ser muy buena. Porque tiene que ser así y no puede ser de otra manera. Tanto el míster como yo buscamos lo mejor para el Real Mallorca. De eso seguro. Hemos hablado por teléfono y él me ha agradecido el esfuerzo realizado por la contratación de Borja.

 

-El próximo día 7 se cumple un mes del aterrizaje de su familia en la entidad. En apenas veinte días han tenido que construir un equipo contrarreloj.

 

-Estos veinticinco días han sido más gratificantes que los 5 años de carrera. Es un mundo nuevo para mí, pero creo que, aunque esté mal que lo diga, lo he superado con un aprobado alto. Tal y como está la situación económica de la entidad, la plantilla es la soñada por mí y por muchos mallorquinistas.

 

-A pesar de que su experiencia se reduce a unos días, ya ha comprobado que el fútbol no es un camino de rosas. ¿Ha pensado en algún momento, dónde me he metido?

 

-La gente que me quiere, mi familia y mis amigos me lo han dicho muchas veces, pero yo ni me lo he planteado. Me dicen que estoy loco. Es la frase más repetida que escucho.

 

-¿Qué ha sido lo mejor y lo peor desde su llegada al Mallorca?

-Lo más agradable, la sensación del trabajo muy bien hecho; lo más desagradable, sin duda los comentarios que hizo públicamente el entrenador.

 

-¿El nivel de tensión con el técnico alcanzó tantos grados que incluso se especuló con la salida de Gregorio Manzano...?

-Nosotros hemos confiado siempre en el entrenador. En todo momento haré lo que crea que es mejor para el Mallorca y lo mejor para este club es que el míster comience y acabe la temporada.

 

-Regresando al tema de la compra, ¿por qué su familia ha adquirido un club que arrastra una deuda de 50 millones de euros?

-Esta pregunta también me la formulan mis amigos. Me dicen qué necesidad tengo yo de entrar en esto. Pero he entrado porque creo que es un club con un margen impresionante de mejora en todos los aspectos. Se puede mejorar a nivel económico, aunque para ellos nos debemos adecuar a la economía real que existe, no en el Mallorca, sino en el mundo entero, porque estamos convencidos de que con nuestra gestión el club estará con una deuda cero en 4 ó 5 años. O sea que, como mínimo, estaré 4 ó 5 años gestionando este club.

 

-¿Y cuál es la pócima secreta para reducir el pasivo?

-Ajustarse mucho el cinturón, sin pagar algunas barbaridades que no podemos pagar, explotando más la marca Real Mallorca y obteniendo más ingresos. Como cualquier empresa. El fútbol es diferente a las empresas, pero en eso tiene que ser así. El club tiene que ser gestionado como una empresa, aunque luego tenga sus connotaciones diferentes por tratarse del mundo del fútbol.

 

-Su proyecto está enfocado a 4 ó 5 años. ¿Y después qué?

-No lo tenemos estudiado. Sí que garantizo que voy a estar cuatro o cinco temporadas gestionando el Mallorca. Luego no sé qué ocurrirá. Pero quiero recalcar que nuestra salida también se hará pensando en lo mejor para el Real Mallorca. Como ha hecho Mateo Alemany.

 

-¿Cuál es el papel que ha desempado el intermediario Gori Muñoz en todo este proceso y fundamentalmente en el tema de los fichajes?

-Es amigo mío desde hace unos 8 años, aunque no había hablado tanto con él como en este último mes. Es una persona del mundo del fútbol y con el que intercambio opiniones, aunque no ha habido ninguna incorporación de él en la plantilla actual. Todos los jugadores han salido de la secretaría técnica.

 

-¿Incluido Bruno China?

-También Bruno China (sonríe)

-El cuerpo técnico y la plantilla no ha cobrado las fichas de la pasada temporada. ¿Se mantiene el acuerdo alcanzado con Mateu Alemany?

-Con los jugadores he sido muy claro. En un principio, lo que está pactado, está pactado. Nosotros hemos entrado después de ese acuerdo. Agradecemos mucho el esfuerzo de los jugadores porque si no, probablemente, no estaríamos en el Mallorca. Pero si no surje una inyección económica bancaria que haga cambiar de opinión, lo que está acordado no va a cambiar. Vamos a trabajar para que el año que viene, no suceda esto. Que no va a suceder. Pero este año tiene que ser así. Necesitamos tiempo para poder trabajar y generar ingresos.

 

-¿El Grupo Safín tiene el suficiente pulmón económico para sostener a la entidad o el Mallorca deberá autofinanciarse?

-Del mismo modo que entramos en el club sin ninguna intención de ganar dinero, porque en este caso no estaríamos aquí, también digo que, con la crisis financiera actual, no existe ninguna empresa en el mundo con capacidad para aguantar 50 millones de euros. Ahora bien, si en un momento determinando hace falta dinero, una cantidad razonable, por supuesto que desde el Grupo Safín podremos acometerla. Pero nuestra intención es que el Mallorca, que hasta la fecha no ha sido autosuficiente, empiece a serlo. La dimensión del Real Mallorca es muy grande. El Grupo Safín es un grupo empresarial, que también dirijo yo personalmente, con una dimensión menor. Ahora bien, nosotros hemos venido con la idea de hacer una buena gestión y convertir al Mallorca en un club grande.

 

-Uno de los principales inconvenientes será convivir con el agujero económico.

-Por supuesto. Estamos asumiendo nosotros este socavón económico y no es fácil. El Mallorca viene de otro modelo, con una empresa descomunal que sostenía al club y que luego no ha salido bien. Es mejor ir paso a paso. En el caso anterior, ha sido el club el que ha salido perjudicado por el tema de una empresa grande. De esta manera, nosotros que somos un grupo pequeño de empresas, queremos que el club sea más grande.

 

-¿Cómo va a compaginar la dirección del Grupo Safín y del Mallorca?

-Para mí lo más importante será el Mallorca. Será lo primero, lo segundo y lo tercero. Aunque viviré a caballo entre Palma y Madrid, alquilaré una casita modesta en Palma para dirigir el día a día.

 

-¿Qué les dice a los que piensan que el Mallorca ha sido 'un regalo de papá'?

-Quien diga que esto es un regalo... A lo largo de mi vida me han hecho algún presente bueno, pero éste no lo considero. Fui yo el que animé a mi padre a comprar el club. Él aceptó con la condición de que me encargara yo de todo. Y tengo fuerzas y ganas para hacerlo.

 

-Por cierto, ¿cómo surgió la posibilidad de adquirir el Mallorca?

-Durante este verano nos ofrecieron la posibilidad de comprar, no sólo el Mallorca, sino algún club más de Primera División... que no revelaré. Poco a poco negociamos y cuando nos quisimos dar cuenta, ya estábamos dentro. No tuvimos mucho tiempo para pensarlo, pero creíamos que el Mallorca se merece estar bien gestionado. Con Mateo estaba perfecto, pero él no quería continuar. Él nos dijo que éramos los candidatos idóneos y nos convenció rápido.

 

-¿Conoce a Carlos González?

-No, pero creo que el Mallorca está en mejores manos de las que hubiera estado si se hubiese concretado aquella operación.

-¿Qué le dice a la afición?

-Le querría transmitir al aficionado que tenemos un buen equipo, que estoy muy satisfecho de cómo se han hecho las cosas y creo que vamos a jugar muy vistoso al fútbol. Que no vamos a sufrir en ningún momento de la temporada y que estoy convencido de que van a estar felices y contentos con mi gestión. Que se me evalúe conforme vaya pasando el tiempo. A la gente hay que dejarle un margen de maniobra para que demuestre si hace las cosas bien o no. Haré siempre lo mejor para el Mallorca sin pensar en ninguna otra cosa.