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Gustavo César Veloso logró una espectacular victoria en la novena etapa de la Vuelta, disputada entre Alcoy y Xorret del Catí, de 188'8 kilómetros, en la que Alejandro Valverde tomó el poder con los ocho segundos de bonificación del tercer puesto, en una jornada en la que Samuel Sánchez se bajó, de momento, del furgón de favoritos.

Día de gloria para Veloso, que venció a lo grande en la primera etapa española de la presente edición, después de un ataque en las rampas del puerto alicantino.

Alejandro Valverde se alzó como figura estelar en la tarde de ayer, y llegará a su tierra, a Murcia, vestido de líder y con la etiqueta de candidato número uno.

El ciclista gallego, sacó gloria de la escapada del día. Fue el único que aguantó las terribles rampas del Catí, un auténtico muro de cinco kilómetros con rampas del 20 por ciento. Allí claudicaron todos, menos Veloso, que alzó los brazos al cielo con un tiempo de 5:21:04.

La segunda plaza fue para el italiano Marzano, a 21 segundos, y la tercera para Valverde, el más fuerte entre los favoritos, y el más ambicioso. El corredor murciano entró tercero a 40 segundos, y a su rueda pasaron David de la Fuente, Cadel Evans, Robert Gesink e Ivan Basso a 41. El premio de la bonificación llevó a Valverde al podio a recoger el maillot oro.

Esta vez su equipo no trabajó, pero se apuntó «a la tensión de la carrera» cuando vio «que algunos pasaban dificultades». Al final sólo tuvo que esprintar para desalojar a Evans del primer escalón del podio. Esas dificultades se referían a Emilio Mosquera y Samuel Sánchez. El gallego se dejó 1.12, y el campeón olímpico 1.29, tal vez perjudicado por las heridas sufridas en la víspera. Los rivales olieron la debilidad y el asturiano pagó los platos rotos.