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El Trofeu Illes Balears y el primer derbi del ejercicio 2009-10 pusieron rumbo ayer a Menorca. El Valeriano Allès Menorca hizo valer su mayor compenetración para imponerse en la final a un Palma Volley en plena fase de construcción.

El polideportivo de Bunyola asistió a una final con claro aroma a Superliga. Las quinielas señalaban al Valeriano Allès Menorca como candidato al triunfo por la mayor conjunción exhibida en las semifinales. No obstante, el conjunto de Pascual Saurín se encargó de poner en entredicho la teórica superioridad de las menorquinas, que se vieron sorprendidas por el buen rendimiento ofrecido por un conjunto mallorquín que todavía está engrasando su maquinaria.

El Valeriano Allès, que este año competirá en competición europea y figura en las quinielas para pujar por el título de la Superliga, reaccionó de inmediato e hizo valer su experiencia para evitar que el Palma Volley siguiera creciendo.

El conjunto de Ciutadella ya no daría opción a un rival que aprovechó el encuentro para apuntalar su puesta a punto y dosificar los esfuerzos en una plantilla que todavía no está cerrada. El Valeriano ya había metido la directa y el ritmo impuesto fue muy superior al que podían aspirar las mujeres de Pascual Saurín, que a la conclusión del encuentro valoró que lo más importante es afianzar la preparación del grupo.

El tercer puesto fue para el Ciutat de Palma, que se impuso al Algaida por 3-1 con parciales de 25-15, 25-11, 23-25 y 25-8.
El alcalde de Bunyola, Jaume Isern, y el conseller d'Esports, Mateu Cañellas, fueron los encargados de entregar los trofeos.