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Con los deberes hechos y dispuesto a regalarse una victoria de prestigio, el Logitravel Mallorca recibe en un horario poco usual (12 horas, Palau d'Esports, IB3 Televisió) al Girona. Cara a cara, dos equipos con tradición, pero que comparten un curso convulso en lo económico marcado por los impagos a sus respectivas plantillas y números casi calcados en la tabla. Apenas una victoria separa a los de Zan Tabak (15-16) del grupo de Xavi Sastre (14-17), aunque los catalanes apurarán en Inca sus opciones de colarse en las series por el ascenso. En el que está llamado a ser el último encuentro de Marques Whippy (tras lograr la permanencia pondrá rumbo a Australia, tal y como ya anunció este diario), los mallorquines pretenden a la vez obsequiar a sus fieles con un triunfo que rubrique una temporada para enmarcar, más teniendo en cuenta su problemática (no han percibido ninguna nómina completa).

Las lesiones respetan a un Logitravel que podrá disponer de todos sus efectivos y que ya en la ida plantó cara (88-83) a un Girona que cuenta en sus filas con un histórico del baloncesto español: Darryl Middleton (45 años y un interminable historial). Nacho Ordín, Jordi Vallmajó o Rolands Freimans son otros de los muchos argumentos que esgrime el Girona para frustrar la fiesta del Logitravel, que tras la gesta de Logroño intentará mantener la tensión previa a la permanencia. Un aspecto en el que Sastre insistirá «porque si hasta ahora hemos logrado competir siempre, debemos seguir haciéndolo».

El técnico mallorquín insiste en la dificultad del encuentro, agravada «por el horario, la respuesta que pueda haber por parte de la afición... pero espero que todo sea positivo y podamos sumar otra victoria, que para nuestra autoestima sería fudamental», comenta Sastre.

Descartado el 'playoff', el Logitravel aspira a acabar lo más alto posible, con dos partidos de peso por delante: Cáceres y León. A día de hoy aguarda un Girona que cotiza al alza.