El equipo catalán llega al clásico en una situación extraña, ya que si bien ha sido un equipo solvente en la Euroliga, cuando ha regresado a la ACB ha manifestado problemas defensivos y, en algunos casos, exceso de cansancio que han pasado factura.
Tanto es así que en las tres últimas jornadas de la ACB el Barça ha perdido dos partidos, en las dos salidas que ha tenido: Sevilla (85-74) y Estudiantes (102-96), poniéndose de manifiesto que la entereza de los azulgrana a veces tiene los pies de barro.
Además, la reaparición del capitán barcelonista Juan Carlos Navarro primero contra el Panathinaikos y después en Madrid frente al Estudiantes no ha hecho más que poner en riesgo al jugador, que en el último partido volvió a caer lesionado, esta vez con algo más de gravedad, ya que estará unas seis semanas debido a una rotura fibrilar en el bíceps femoral de la pierna derecha.
Lo que parecía un alivio para los barcelonistas con la recuperación de Navarro, debido a las numerosas bajas de aleros por lesión (Oleson y Abrines), la nueva ausencia del capitán ha llevado al Barcelona a firmar a un nuevo jugador, Edwin Jackson.
El alero llega para aportar puntos y defensa a un equipo que precisamente sin Oleson, Abrines ni Navarro ha tenido que echar mano de otros jugadores que han dado su fruto, pero vistos los tropiezos en las últimas semanas quizá no ha sido suficiente aportación.
El partido de mañana es el segundo de la temporada que enfrenta a Barça y Madrid, después de la victoria madridista en la final de la Supercopa (99-78).
No obstante, en el último choque en el Palau entre ambos, el FC Barcelona hizo saltar la banca la temporada pasada, ya que contra todo pronóstico ganó la ACB ante un Madrid favorito que cayó finalmente por un 3-1.
Los madridistas no tienen un buen bagaje en los partidos de Liga regular en el Palau en los últimos años, ya que han perdido en sus ocho últimas visitas, siento el último triunfo el firmado en 9 de abril de 2006 (66-69).
Uno de los grandes protagonistas del último Barça-Madrid en el Palau, como fue el polaco Maciej Lampe, cuyo triple acabó siendo definitivo, ha señalado hoy que se siente con mucha ilusión de jugar este partido, ya fijado como un clásico de clásicos en el calendario navideño de la ACB.
«Tenemos que intentar no hacer faltas estúpidas, pero la gran clave será no perder la pelota. Esta semana es histórica: jugamos fuera de casa 3 de los 4 partidos, pero es lo que toca. Hemos podido disfrutar de un par de días con la familia y creo que todos estamos preparados mentalmente», ha señalado.
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