En la final de scratch el ciclista balear, campeón del mundo de madison en 2014, sólo fue superado por el alemán Lucas Liss, oro europeo de omnium en 2011. El bronce fue para el estadounidense Bobby Lea.
La carrera fue bastante dura y ello lo acusó el pelotón, que se cortó en el tercio final. Cuatro hombres se quedaron en el grupo delantero, entre ellos Albert Torres, sin que reaccionaran los perseguidores, salvo Liss, que se unía a Torres, Lea, al ucraniano Roman Gladis y al corredor de Hong Kong King Lok Cheuk.
«Tenía la mala experiencia de cuando corrí en 2013, que no supe dosificar y me quedé sin opciones por ello. Por ello estaba muy mentalizado, porque es una prueba en la que un mínimo fallo es decir adiós a tus opciones, y mi estrategia era guardar lo máximo y esperar a la parte final de la prueba», dijo el mallorquín en declaraciones que difunde la federación española.
«He aprovechado el corte y nos hemos entendido muy bien, en especial con el norteamericano ,que estaba muy fuerte, aunque el kazajo y el de Hong Kong estaban más reservones», agregó.
Una pequeña confusión le dejó sin opciones en el desenlace de la carrera. «Me he despistado, porque estábamos a punto de coger a un grupo de descolgados y el marcador seguía poniendo que faltaban tres vueltas, porque no les había dado tiempo a cambiarlo, cuando en realidad para nosotros quedaban dos».
«El alemán ha jugado sus bazas con un ataque desde lejos y yo iba el último pensando que quedaba tiempo. Pero al oír la campana me he dado cuenta de que lo tenía difícil. He podido pasar a los otros tres, pero Liss ha ganado bien», señaló el mallorquín.
Para Torres «esta medalla confirma las sensaciones» con las que llegaba a este Mundial.
«El miércoles no fue nuestro día -en la persecución por equipos-, pero la moral ha vuelto a subir y está muy alta con vistas al domingo. No sé si ganaremos o no, pero David y yo aspiramos a todo. Ir un año con el arco iris es maravilloso y queremos repetirlo», dijo Torres.
La rusa Anastasiia Voinova fue la ganadora de la primera final del día, la de los 500 metros contrarreloj femeninos, en los que superó a la gran favorita, la australiana Anna Meares, cuatro veces campeona mundial de esta modalidad; y la alemana Miriam Welte.
Voinova, quince veces campeona de Europa y que el año pasado en Cali (Colombia) se colgó el bronce mundialista en esta misma prueba, logró su segundo metal en estos Mundiales, tras la plata ganada junto a Daria Shmeleva en la velocidad por equipos. La española Tania Calvo sólo pudo ser décima.
En la persecución femenina por equipos, Australia, que formó con Annette Edmondson, Ashlee Ankudinoff, Amy Cure y Melissa Hoskins, se llevó el título mundial con nuevo récord del mundo (4:13.683). En la final superó al de Gran Bretaña, con Katie Archibald, Laura Trott, Elinor Barker y Joanna Rowsell. En la carrera por el bronce Canadá batió a Nueva Zelanda.
Nueva Zelanda se colgó el oro en la persecución por equipos con una selección formada por Pieter Bulling, Dylan Kennett, Alex Frame y Marc Ryan. En la final ganaron a Gran Bretaña. En la pelea por el bronce, Austrlia dispuso de Alemania.
El francés François Peirin revalidó el título mundial en el keirin masculino al ganar la final por delante del neozelandés Edward Dawkins y el malasio Azizulhasni Awang.
Peirin, de 30 años, logró este jueves su quinto oro mundial tras los ganados en el kilómetro contrarreloj de Minsk 2013, y los que obtuvo el año pasado en Cali en Keirin, velocidad y contrarreloj.
El colombiano Fabián Puerta, plata el año pasado en Cali, se impuso en la final de consolación para acabar séptimo.
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Si aquesta notici hagués estad de futbol, sortiría en portada, pena de país!