Mikel Úriz supera a Rivero para penetrar a canasta. | MIQUEL ÀNGEL BORRÀS

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El Palma Air Europa se desangra. La peor dinámica del equipo de Ciutat desde que aterrizó en la LEB Oro queda todavía lejos de los peores registros históricos del baloncesto mallorquín en la categoría, pero las seis derrotas consecutivas (con un balance de 2-9 en los once últimos encuentros) hacen peligrar a día de hoy hasta la clasificación para el playoff. Así, el duelo del viernes (21 horas) en la pista del Burgos adquiere una trascendencia vital.

Ni el cambio de entrenador (Sastre por Cepeda), ni la recuperación de efectivos ni fichajes como el de Fonseca han reconducido la situación para los verdinegros, tocados moralmente tras el duro revés en el último segundo ante el Ourense (90-91), que extiende hasta los tres meses la sequía de victorias ante la desencantada afición de Son Moix.

No en vano, desde el pasado 29 de noviembre de 2015, ante el Peñas Huesca (85-74), el Palma Air Europa no sabe lo que es ganar en el Palau. Clavijo, Cáceres, Lleida, Melilla, Breogán y Ourense han hurgado en la herida de los mallorquines, que tienen trabajo extra para remontar psicológicamente el vuelo. Seis derrotas seguidas, cuatro de ellas desde que Xavi Sastre asumió el mando del Palma Air Europa, han ensombrecido una temporada hasta hace unas semanas notable. Tras sumar siete victorias seguidas y firmar la mejor racha de un equipo mallorquín en LEB Oro, ahora la tendencia es radicalmente opuesta.

Malas rachas

Varios han sido los equipos que han vivido en estas circunstancias. Incluso peores. Las seis derrotas seguidas que amontona el Palma Air Europa 2015/16 se equiparan a las que en su día sufrieron el Drac Inca (2006/07) o el Bàsquet Mallorca (2008/09).

Todavía quedan lejos los nueve tropiezos encadenados por el Palma Aqua Mágica en la campaña 2005/06, o las diez de inicio del Drac Inca 2002/03, que con Xavi Sastre rompió la dinámica en el Príncipe Felipe de Zaragoza ante el CAI, con un triple de Bulfoni sobre la bocina.

El tope está en manos del Ciutat d’Inca de la campaña 1998/99, con once derrotas seguidas que condenaron a la cola de la clasificación a los de la capital de es Raiguer.