Enric Mas posa en una imagen promocional del Movistar Team 2020. | Photo Gómez Sport/Movistar Team

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Movistar Team ha depositado sus esperanzas en la gran joya del ciclismo mallorquín. Enric Mas Nicolau (Artà, 1995) está llamado a liderar la escuadra de referencia dentro del pelotón español y el isleño asume el desafío. Junto a Lluís Mas y Albert Torres revive la balearización de un equipo que le coloca en la rampa de salida hacia las grandes citas del calendario. El Tour y los Juegos Olímpicos, sin dejado de lado el Mundial, son algunos de los retos que le esperan en un curso 2020 que arrancará en casa, en la Challenge.

¿Preparado para asumir los galones del equipo decano del ciclismo español y mundial?
—En este equipo no hay un lícer. Por ahora, lo es Alejandro (Valverde). Es de los mejores corredores que ha tenido este equipo en sus 40 años de historia y él es la referencia.

Una temporada ambiciosa, con objetivos como el Tour y los Juegos en el horizonte. ¿Encara su segunda participación en Francia con otra perspectiva?
—Aún no tengo definido el calendario. Me gustaría hacer dos ‘grandes' este año, pero no lo tengo del todo definido. Está claro que el Tour de Francia es la carrera que gusta a todos, y tras la experiencia del año pasado, ya sé lo que me encontraré. Pero todavía queda tiempo y mucho trabajo por hacer.

Competir en dos ‘grandes' supone un paso al frente en su carrera profesional. ¿Se siente ya preparado para ese reto?
—Me encantaría. Creo que con 25 años ya es el momento ideal para que sea el primer año que haga dos de las ‘grandes'. A lo mejor llego antes de La Vuelta y estoy reventado, pero queda mucho. Tour y Giro son diferentes, pero duros. Para llegar bien a La Vuelta da igual si haces una u otra. Haga la que haga, intentaré llegar al máximo.

¿Supone una presión extra ser el fichaje estrella y la gran apuesta de futuro de este Movistar?
—Se me ha presentado así y espero responder a las expectativas que ha generado mi fichaje. Es un orgullo estar en este equipo, por lo que es para el ciclismo. Es emocionante, me motiva y quiero devolverles esa confianza con trabajo y resultados.

Año olímpico y serias opciones de estar en Tokio. ¿Es un aliciente extra pese a lo apretado del calendario en esas fechas?
—Me encantaría, claro. Todos soñamos con participar en unos Juegos Olímpicos, es una carrera que se disputa cada cuatro años y eso la hace más especial todavía. Es verdad que es pocos días después de que acabe el Tour... Viene a ser como la Clásica de San Sebastián, pero con el cambio horario y el traslado. Me gustaría estar en los dos sitios y los Juegos son un objetivo que me da un plus de ilusión.

Usted y Marc Soler coincidirán en este equipo y en ambos se han depositado buena parte de las ilusiones de cara al futuro del ciclismo español...
—Tenemos muy buena relación, hemos coincidido como rivales, pero también entrenando y creo que esa buena sintonía sólo puede beneficiar al Movistar. Es cierto que somos jóvenes y tenemos margen de mejora, pero el tiempo y la carretera dirán... Eso puede ser un punto a nuestro favor.

¿Hay equipo para respaldarle en las grandes citas del año que se le presenten?
—Claro que sí. Porque además de corredores y compañeros de equipo, somos un grupo en el que hay buena sintonía. El ambiente que hay marca las diferencias y eso empuja.

Y además, un Movistar con acento balear. Con usted, Lluís Mas y Albert Torres.
—Lluís ya estaba y cuando me enteré de que fichaban a Albert (Torres) se me puso la piel de gallina. Tener a tres baleares en un equipo así es algo impresionante. Es revivir aquella época en la que coincidieron Tauler, Horrach, Reynés y Colom. Es una gran oportunidad para el ciclismo balear.
Jumbo Visma, Team INEOS... La competencia va a ser dura.
—Son dos bloques potentes, económicamente tienen potencial, pero a nivel humano, el Movistar tiene un peso que puede contrarrestarlo. Eso sí, no podemos esconder que ambos cuentan con corredores que marcan las diferencias y que pelearán por cosas importantes.

¿Qué objetivos se marca para la temporada que está a punto de arrancar en Mallorca?
—Quiero que todo sea más fácil, me encantaría ganar carreras, pero hay que ir poco a poco y paso a paso. El ambiente del equipo me ayudará a crecer dentro y fuera del pelotón.

¿Le motiva poder abrir esta nueva etapa en la Challenge?
—Correr en casa es muy bonito para un mallorquín. Y gracias a la Challenge lo podemos hacer, al menos, una vez al año. Serán unos días especiales, junto a mi gente y rodando por unas carreteras que conozco bien.