Miguel Vidal Perelló (Consell, 1942) solía contar que se marchó a Madrid con una mano delante y otra detrás. Con 24 años recien cumplidos y experiencia en Fiesta Deportiva, llegó a la capital con la intención de ejercer el periodismo, aunque su enorme ilusión no impidió días de hambruna y unos inicios complicados.
Su primera parada fue en el diario Informaciones, donde ejerció de redactor de sucesos. Su salario apenas le daba para poder costearse una habitación. Llegó a dormir en un parque y José María García, alarmado por su aspecto harapiento, llegó a darle dinero. Este es un pequeño estracto de la apasionante historia de Miguel Vidal, que falleció anoche en su domicilio de Consell a los 78 años de edad. Llevaba tiempo venciendo a cualquier enfermedad que se cruzaba en su camino, pero esta vez decidió descansar. Unas pocas horas antes, como era habitual desde hacia más de una década, había escrito para este diario su sección Minuto 91. «Salir ileso ya es mucho» fue el titular de su último artículo.
La suya fue una vida dedicada al periodismo, profesión que le apasionó hasta el último día y de la que era un auténtico maestro. A pesar de que gran parte de su trayectoria profesional la desarrolló en Madrid, en el diario deportivo AS, del que fue fundador, Miguel Vidal nunca perdió de vista Mallorca.
De hecho, a finales de la década de los 70 protagonizó una intervención crucial para evitar la desaparición del Real Mallorca. Convertido en uno de los informadores más relevantes del momento, el presidente Miquel Contestí le pidió ayuda para que mediara con la Federación Española de Fútbol. Vidal no lo dudó un solo instante. Llamó a Pablo Porta y logró que la propia RFEF auxiliara económicamente al club balear para pagar las deudas con sus jugadores.
Una entrevista a Nadia Comaneci en Cluj Napoca le valió la distinción de «Maestro Emérito del Deporte» del Gobierno de Rumanía. Y otra a Jesse Owens le sirvió para que en 1980 la Universidad de San Juan de Puerto Rico pusiera su nombre a la cátedra de reporterismo aquél año. Otra entrevista histórica de Miguel Vidal fue con Garrincha, por la que la Televisión «O Globo» le distinguió como «Periodista del Año». En 2009 el Consell de Mallorca reconoció su trayectoria profesional agasajándole con la Medalla de Honor y Gratitud en su categoría Oro.
«A mí lo que más me gustaba era el reportaje, pero en AS también me hacían hacer crónicas de partidos. En este sentido he ido a seis campeonatos del mundo de fútbol (Alemania 1974, Argentina 1978, España 1982, México 1986, Italia 1990 y Estados Unidos 1994) y a una veintena de finales europeas», comentaba el propio Vidal en un reportaje de Pedro Prieto.
Desde su regreso a Consell en 1998 empezó su larga colaboración con Ultima Hora, por expreso deseo de Pere A. Serra, donde además de artículos elaboró distintos seriales. Entre ellos, Diccionario del fútbol español o la biografía de Miquel Àngel Nadal. Miguel Vidal también tuvo tiempo para publicar una veintena de libros, entre los que destacan títulos como Mallorca, tierra de campeones, Un equipo llamado España, Un siglo con el Real Mallorca, Memorias de un reportero o Mallorquines irrepetibles.
Tuve la oportunidad de conocerte en un tiempo breve, me pareciste un maestro y una buena persona.
Gracias por tu exquisito trato.
Descansa en paz amigo, así fue como me dedicaste tu libro memorias de un reportero.
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Tuve la oportunidad de conocerte en un tiempo breve, me pareciste un maestro y una buena persona. Gracias por tu exquisito trato. Descansa en paz amigo, así fue como me dedicaste tu libro memorias de un reportero.
Descanse en paz el Maestro .