Roger Adrià, durante el encuentro con Última Hora en su hotel de concentración en Mallorca. | Emilio Queirolo

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Es una de las esperanzas de futuro del ciclismo español y el final de temporada 2024 que se ha marcado invita a soñar. Roger Adrià (Barcelona, 1998) dio el salto directamente desde el modesto Kern Pharma a un trasatlántico como es el Red Bull-Bora Hansgröhe y en su primera temporada en el World Tour ha firmado un triunfo en Valonia y el undécimo puesto en el Mundial de Zúrich y en Lombardía. Con las Ardenas en mente y a las órdenes Roglic y compañía, el ciclista catalán atiende a Última Hora durante su concentración invernal en Mallorca.

¿Cómo se vive la experiencia de dar el salto de un equipo Continental (Kern Pharma) a un World Tour de primer nivel como Red Bull-Bora?
— El cambio es muy grande, especialmente al principio. Con mucho respeto, por lo que supone tener a grandes y tan buenos ciclistas y estrellas como compañeros. Pero enseguida te adaptas, me recibieron muy bien. Con el tiempo, la vida se hace muy normal con gente como Primoz (Roglic) o Vlasov, pero sí, ha sido un año de muchos cambios y estoy muy contento de haberme adaptado tan rápido y bien a un equipo de este nivel.

Rozando el Top 10 en el Mundial y Lombardía. Su buen final de temporada ha sido la guinda a un año de nota...
— Justamente donde he lucido más a nivel de resultados ha sido en este final de temporada. Después de La Vuelta he tenido mis mejores sensaciones y he rendido más y mejor, demostrando el nivel que puedo tener y ofrecer al equipo. Por ejemplo, en el Mundial junto a Enric (Mas) estuvimos bien, peleando hasta el final por las medallas, y me fui satisfecho. Creo que es un año para valorar positivamente y con buena nota, como dices.

Roger Adrià, atendiendo las preguntas de Última Hora. Foto: Emilio Queirolo

¿Cuál es su agenda de cara a 2025, qué carreras tiene marcadas en rojo Roger Adrià?
— A nivel personal, donde tengo más ilusiones es en las Ardenas. Allí quiero hacerlo bien y creo que tengo potencial y el equipo también lo piensa. Ahí voy a focalizar mi preparación en esta primera mitad de la temporada, pensando en las clásicas. En verano, veremos si cambiamos el rol hacia el de gregario para las grandes vueltas.

¿Qué piensa cuando se le presenta esta oportunidad, la de correr con un equipo de este potencial?
— Cuando lo supe, ni me lo pensé. Tenía otros equipos, pero aquí ví que era un proyecto muy grande, que crece y lo hará más en el futuro con la entrada de Red Bull y ha sido una oportunidad única. Era irrechazable...

¿Cómo es un 'capo' del pelotón como Primoz Roglic en las distancias cortas?
— La verdad es que es una persona muy normal, como todos. Le diferencia que es muy bueno sobre la bicicleta, pero fuera de la carretera es como los demás, muy amable, atento y no hay diferencia con el resto. Él es el primero que no quiere distinciones y es uno más.

Llega Oier Lazkano, ya no será el único español en el Red Bull-Bora Hansgröhe. ¿Estos fichajes ponen más en valor la figura del ciclista español y de esta hornada?
— Como bien dices, el ciclismo español está sacando de nuevo a buenos corredores. Siempre ha tenido, pero ha habido unos años en los que no asomaban tanto la cabeza. Ha faltado un referente como más atrás lo fueron Valverde o Contador, pero ahora parece que salen muchos jóvenes, ciclistas con talento y los equipos grandes se están fijando en nuestro país. Eso es una buena noticia. Además, tienen o tenemos un rol importante.

¿Le alegra desde la distancia la gran campaña de su anterior equipo, el Kern Pharma?
— Sin duda. Mucho. En La Vuelta fue impresionante y me alegré mucho por ellos. Aprovecharon sus oportunidades, estando invitados, y ganaron tres etapas, que es algo que la mayoría de equipos World Tour no pudieron decir. El trabajo que han hecho y hacen tiene mérito y se merecían algo así.

¿Cómo ve las opciones de Enric Mas, compañero suyo en la selección, de pelear por la victoria en una 'grande'?
— Sí, ¿por qué no? Siempre ha tenido la calidad para estar delante ha hecho varios podios en La Vuelta y tiene potencial, pero es complicado con gente como Pogacar, Primoz (Rogglic), Vingegaard y compañía ganar una carrera así. Antes hubo también grandes corredores como Froome, Contador... Pero lo de ahora es extraordinario, parece que hay un grupo de tres o cuatro que están lejos, por encima, pero estando delante, algún día puede ganar. Estando delante siempre tendrá la posibilidad.

¿Qué carrera le gustaría ganar y tener en su palmarés?
— Mi gran sueño sería ganar un Campeonato del Mundo y una clásica de las Ardenas. Que no es poco... (risas).