El jugador se marchó del partido del pasado domingo con molestias en el muslo. | CARLOS MIRA

TW
0

La enfermería del Mallorca sigue sin despoblarse. El equipo bermellón, que atraviesa por uno de los tramos más exigentes de la temporada, tendrá que sumergirse en sus compromisos más inmediatos con la defensa agujereada. En este caso, la epidemia de lesiones ha afectado de lleno a Iván Ramis, que estará entre dos y tres semanas de baja por una pequeña rotura fibrilar. El de sa Pobla se perderá, como mínimo, el encuentro de mañana en Getafe, el del domingo en el campo del Xerez y el del próximo 7 de febrero ante el Villarreal, además de las posibles semifinales de Copa. De esta forma, Gregorio Manzano se vuelve a quedar con sólo dos centrales en nómina (Nunes y Rubén) y verá reducido su margen de maniobra a la hora de actualizar el once.

La baja de Ramis empezó a gestarse sobre el tapete de Cornellà-El Prat. Al concluir el encuentro ante el Espanyol, el defensa mallorquín se despedía con unas ligeras molestias en el muslo derecho y tras comparecer ayer ayer sobre la hierba de Son Bibiloni se sometió a una serie de pruebas para determinar el alcance de la dolencia. Las exploraciones anunciaron una pequeña lesión fibrilar de grado I a nivel miofascial del bíceps femoral derecho que aplazarán su reincorporación al grupo entre dos y tres semanas.

Ramis ya despidió el 2009 con apuros. El canterano se retiró antes de tiempo del partido en La Rosaleda ante el Málaga (20 de diciembre) por culpa de un problema similar al actual y se perdió el primer encuentro del año contra el Athletic. Después de recuperarse dentro de los plazos previstos, Manzano le recuperó para una convocatoria en el Santiago Bernabéu, aunque no volvió a jugar en la Liga hasta una semana después, coincidiendo con la visita a Palma del Deportivo. La lesión que padece ahora es muy parecida a aquella (una lesión fibrilar de grado I a nivel de la unión miotendinosa del bíceps femoral de la pierna derecha), pero se distingue de la actual en su localización.

Ramis verá atajada su progresión en uno de sus mejores momentos del curso. El pobler venía de jugar un gran partido en Cornellà y había colaborado activamente a la hora de reforzar los cimientos del grupo en defensa. Sin embargo, tendrá que cederle otra su asiento a Rubén. La otra salida que tiene Manzano es desplazar a Josemi hacia el centro y dejar a Mattioni como inquilino del lateral diestro.De hecho, esa misma fórmula ya funcionó a la perfección ante el Athletic y el malagueño cuajó aquel día su mejor actuación como mallorquinista.

Al margen de los problemas de Ramis, Quique Corrales protagonizó ayer uno de los sobresaltos de la jornada tras recibir un golpe de un compañero durante el entrenamiento matinal de la plantilla. Al final, todo quedó en un susto.