El grupo de Serra Ferrer ha empezado a desplegar sus redes en los alrededores de Son Moix. El equipo de trabajo que capitanea el entrenador de sa Pobla ha situado la lupa sobre los números del club y ha comenzado a examinarlos de cara a su inminente desembarco en la propiedad. El objetivo es analizar las cuentas antes de oficializar su entrada definitiva en la SAD y en los últimos días se han desplazado a las oficinas de Son Moix varios auditores para recabar informes.
Serra lleva tiempo preparando su llegada al puente de mando del Mallorca y la operación va cobrando forma adaptándose al guión más lógico y esperado. En esa dirección, los últimos meses han resultado especialmente intensos y desde que el técnico y Mateu Alemany restablecieron relaciones a principios de año todo se ha ido agilizando. El paso más importante se dio el pasado viernes, cuando se apalabró la transacción del principal paquete de acciones durante una reunión de casi cinco horas de duración que tuvo lugar en la finca s'Olivaret de Alaró. A partir de ese momento, Serra y los suyos dieron un paso al frente y además de asumir la planificación deportiva de la próxima temporada, han comenzado a escrutar las cuentas para que no quede ningún cabo suelto. Si la auditoría no destapa ninguna posible traba, todo quedará a expensas de que se firmen los documentos que darán por zanjado el cambio de rumbo. La due diligence que ya se ha puesto en marcha supone únicamente el paso previo, la antesala de la entrada de lleno en el proceso.
Una vez que eso ocurra, los futuros gestores del Mallorca abundarán en la redacción del nuevo proyecto, sobre el que ya se advierten algunos movimientos. La misión principal pasa por aplicar el nuevo manual a una planificación deportiva que ha estado prácticamente estancada desde que se bajó la persiana de la Liga, ya que los únicos pasos que se han ejecutado hasta el momento, desde la actual propiedad, han sido la ejecución de la opción de compra que existía sobre el brasileño Felipe Mattioni y la propuesta de renovación planteada hace unas semanas a Pep Lluís. La llegada de Serra Ferrer y su equipo se traducirá en una profunda remodelación del vestuario y en otro giro importante en el banquillo, donde sí que se han establecido una serie de coordenadas. Consumido el ciclo de Gregorio Manzano, el reto es contratar a un entrenador joven de los que sobresalen entre la nueva hornada del fútbol español. El que parte con ventaja es Luis Enrique, aunque junto al técnico asturiano se encuentran también Julen Lopetegui, Vicente Engonga o Miquel Soler.
Por otra parte, el Mallorca sigue a la espera de que la titular del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Palma, Encarnación González, dicte el auto de declaración del concurso de acreedores de la entidad isleña. La documentación de la propuesta del club para acogerse a la Ley Concursal fue remitida hace dos semanas. Después del anuncio formulado por Alemany y Joan Buades, los gestores de la SAD balear terminaron de perfilar todos los detalles de la propuesta en las últimas horas y procedieron a entregar la información que la juez está estudiando antes de decidir si aprueba o rechaza la solicitud.
El grupo de Serra Ferrer ya analiza las cuentas del club
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