Alemany-Serra, el eje sobre el que girará el nuevo proyecto

Serra tendrá todo el poder deportivo para organizar y reestructurar el club a su imagen y semejanza, sin contar con ninguno de los que hasta ahora han encontrado su particular oasis en torno a la dirección deportiva. Planificar cómo será la primera plantilla y hacer lo propio con el filial y la categorías inferiores será la principal misión de Serra Ferrer y sus más cercanos colaboradores, entre los que se encontrará Pep Alomar, que lleva más de una década trabajando mano a mano con el entrenador de sa Pobla.

Si en la gestión deportiva Serra Ferrer tiene una difícil misión por delante, en el órgano de gestión, Alemany deberá también dar lo mejor de sí. Si acepta continuar en el club, su misión será la de aplicar el plan de viablidad que ya está en vías de elaboración y sobre todo negociar con los acreedores del club la rebaja total de la deuda de la entidad balear. También el equipo de empresarios de Serra Ferrer pretende que Alemany negocie un nuevo aplazamiento de la deuda que actualmente mantiene el club con la Agencia Tributaria y que tome las riendas del ERE que debe aplicar el Mallorca para estabilizar su nivel de gastos.

En este apartado se incluyen también los empleados con rango de ejecutivos, o al menos con contrato de alto ejecutivo. Debido a las importantes gestiones deportivas y económias que el club debe hacer frente, el papel de Serra y Alemany resulta fundamental en esta nueva etapa que está a punto de abrir el Real Mallorca. El punto más importante es que tanto uno como otro tienen experiencia más que demostrada para poder afrontar el reto de reestructurar el club en todas sus áreas y abanderar un proyecto que, a medida que van conociéndose detalles, ilusiona más al mallorquinismo. A partir de mañana lunes la hoja de ruta y las funciones a desempeñar por parte de cada uno irá acotándose más. La venta entra en su fase definitiva.