El futuro de Ramis se convirtió este verano en uno de los principales dolores de cabeza de Llorenç Serra Ferrer. El defensa, empotrado en las filas del primer equipo desde que Luis Aragonés le dio la alternativa en febrero de 2004 (su única salida fue una cesión al Valladolid en la campaña 2005-06), había experimentado una progresión notable en los últimos años y sus condiciones contractuales le convertían en una de las piezas más codiciadas del bazar futbolístico. No le faltaban pretendientes al jugador mallorquín, que el pasado mes de enero, en plena ebullición del mercado invernal, ya rechazó una suculenta propuesta procedente del Celtic de Glasgow. Una vez archivado el ejercicio, Villarreal, Sevilla o Espanyol se unieron al club escocés en la lista de pretendientes y el Mallorca se vio obligado a hacer un esfuerzo en un escenario particularmente complicado para blindar a uno de los elementos más representativos de la factoría de Son Bibiloni. Después de muchas horas de conversaciones entre el club y el agente del futbolista, las dos partes llegaron a un principio de acuerdo a finales de agosto, justo antes de que se cerrase el primer plazo de inscripción de jugadores ante la Liga de Fútbol Profesional (LFP). Se pactó la continuidad del zaguero para otros cuatro años y una mejora sustancial en su contrato (ahora percibirá en torno a 700.000 euros por curso) manteniendo la cláusula de rescisión (6 millones de euros), aunque faltaba oficializarlo. Ahora ese paso ya se ha dado.
La temporada pasada Ramis intervino en 26 partidos de Liga y en otros dos de Copa y bajo la dirección técnica de Laudrup también se ha erigido en un jugador importante para el conjunto mallorquinista. El domingo, en el Camp Nou, intentará celebrar su renovación por todo lo alto.
Víctor, Corrales y Lux
El Mallorca sigue preparando el encuentro del domingo ante el Barcelona (Camp Nou, 19.00 horas), para el que Michael Laudrup sigue arrastrando algunas dudas. Una de las más preocupantes es la de Víctor Casadesús, que ayer se retiraba de la sesión antes que sus compañeros para someterse a un tratamiento específico en el gimnasio con el que tratar unas molestias en el pubis. Mientras tanto, Corrales también se quedaba sin intervenir en el entrenamiento después de recaer en las molestias del esguince de grado II en el tobillo izquierdo que sufría el pasado 16 de septiembre. En cualquier caso, ni uno ni otro están descartados para medirse al Barça y las únicas bajas confirmadas hasta el momento son las de Ayoze y Nunes.
Por otra parte, el portero argentino Germán Lux, que también tuvo que marcharse antes de tiempo de las instalaciones de la ciudad deportiva, fue padre durante la tarde de ayer de un niño llamado Tomás.
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