Getafe: Codina; Miguel Torres, «Cata» Díaz, Marcano, Mané; Boateng, Parejo; Pedro Ríos, Manu (Víctor, min. 65), Gavilán (Mosquera, min. 78); Miku (Colunga, min. 80).
Mallorca: Aouate; Cendrós, Nunes, Ramis, Kevin (Corrales, min. 52); Víctor, Martí (Nsue, min. 68); Pereira (Casadeseus, min. 85) De Guzmán, Castro; Webó.
Goles: 1-0, min. 19: Pedro Ríos, de fuerte disparo desde fuera del área. 2-0, min. 27: Pedro Ríos, desde dentro del área. 3-0, min. 78: Parejo.
Àrbitro: Muñiz Fernández (Comité Asturiano). Mostró cartulina amarilla a Boateng (min.13) por parte local y expulsó con roja directa a Rubén, del Mallorca, por protestar desde el banquillo.
Hay días en los que es mejor quedarse en casa. Ayer el Mallorca experimentó una de esas jornadas negras. El sábado fueron los controladores aéreos los que frenaron al equipo balear. Ayer fue el Getafe. El once isleño compareció en un gélido coliseo Alfonso Pérez y el el grupo de Michel le dejó sencillamente helado. Antes de llegar a la primera media hora de partido, el choque estaba casi sentenciado gracias a las dos dianas de Pedro Ríos. El encuentro de ayer fue como una mala película, uno de esos films donde los espectadores depositan todas sus ilusiones y tras un par de escenas ya intuyen que era mejor no haber entrado en el cine.
Futolísticamente la idea de Laudrup fue la que tan buen resultado ha dado estos últimos choques, pero ayer los baleares no se acostumbraron al partido, o mejor dicho, empezaron realmente a espabilarse cuando el marcador era ya de dos goles a cero.
El principal riesgo que corrió el once isleño fue ir deslizándose hacia su propia área casi sin darse cuenta. El Getafe se identificaba a través de Parejo, Manu y Miku, pero el Mallorca no encontraba el camino hacia la templanza. De Guzmán se atascaba, Martí y Joao Víctor no daban noticias y Pereira y Castro participaban, pero no llegaban. Sus acciones eran tan inocentes como lo es la primera novia y la voluntad de querer en ocasiones no es suficiente. Además Cendrós y Kevin también hacían aguas.
El cuadro azulón se iba gustando poco a poco y la bola circulaba en la zona de creación con excesiva libertad. Si hay fútbol en el centro del campo, raro es que no se creen ocasiones de gol y vaya si se crearon. El Mallorca parecía anestesiado, estaba, pero no se encontraba y Aouate, tras una intervención de campanillas ante Parejo, vio como Pedro Ríos marcaba uno de los goles de la jornada. El jugador del Getafe dibujó un arco magistral con el balón y mandó la pelota al fondo de las mallas. El uno a cero dejó al equipo balear en estado de shock. Ni creaba, ni defendía, ni organizaba. Demasiada ventaja para cualquier rival, llámese como se llame. Una acción combinada del equipo madrileño acabó con taconazo de Miku incluido y otro gol de Ríos. Dos a cero y el partido se ponía cuesta arriba para los baleares. Sin embargo, cuando todo está perdido sólo queda reaccionar o morir y el Mallorca reaccionó. Empezó a tocar, a crear, a meter al rival en su área y a poner en aprietos a Codina. Pero el pase de los minutos se convirtió en aplastante y el descanso partió en dos las intenciones de los baleares.
Tras el descanso el Mallorca siguió en coma futbolísico y en un alarmante estado de inoperancia. Agarró Castro un zapatazo nada más empezar, pero la pelota la envió a corner Codina. A partir de ahí la nada, la imprecisión, la frustración. Laudrup trató de reaccionar dando entrada a todo su arsenal ofensivo con Nsue y Víctor, pero acumular hombres en ataque no siempre es sinónimo de reaccionar. El Malloca no era ni la sombra de lo que fue en Sevilla y muestra de ello fue la torpeza en el tercer gol anotado por Parejo. Aprovechando la sustitución de Víctor por Pereira, el Getafe fue más listo y peloteó entre once estatuas para batir a Aouate. El partido le quedaba muy lejos al Mallorca, que mostró sin duda su peor cara esta temporada. No hay término medio, o todo sale bien o todo sale mal y ayer fue lo segundo. Era un equipo irreconocible.
4 comentarios
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He observado que en muchos partidos el Mallorca está fisicamente fatal. La gran labor defensiva que hizo con una dosis de suerte en los partidos Madrid,Barcelona, Valencia y Sevilla, se ha pasado ha jugar partidos desastrosos como en Gijon,Bilbao, Zaragoza y en casa contra Espanyol y depor, sólo se ha jugado bien el partido de la Rsociedad y algo con el Levante. Contra el Málaga 80 minutos fueron de baño del Málaga y los diez minutos fueron tres chispazos del Mallorca y dos goles después a sestear. Ayer en Getafe pense que el Mallorca se había quedado en Palma. Esto hay que reconocerlo y pensar que la segunda vuelta será muy dura y que faltan 23 puntos para la salcvación.
Se han contagiado de la "ansieda" de los controladores. Dios los cría y ellos se juntan(a los sinverguenzas). La pasada temporada por "tonterías" como estas, nos faltó un punto para ir a la champions. Son unos irresponsables.¡Con lo que ganan! Como los controladores.
El Mallorca ES INTERMITENTE discontinuo, interrumpido en su línea irregular de los partidos. Le falta la fortaleza del bloque y sus laterales son dos boquetes desguarnecidos del bastión defensivo. Los goles en contra desmoralizan porque dura es la labor de remontar. Lo primero es apuntalar esta línea defensiva y para eso están los técnicos que sabrán como hacerlo. La defensa tiene que ser un muro infranqueable y también hay que jugar evitando cometer penaltis que vinieron esta temporada por los laterales. Aunque el objetivo es la permanencia debe reforzarse esta zona vital para que el equipo juegue con soltura y seguridad. El resultado, después de oir a Mourinho en el Camp Nou, que un 5-0 no era una humillación, es un mal menor y hoy es lunes y no es estoy en mi despacho, que diría JM Rodríguez, porque es festivo institucional.
Lo peor del partido ha sido no cancelar el vuelo a Madrid y no suspender el partido. No quiero comentar nada más sólo que vengo diciendo que nuestro equipo solo juega 30 minutos y desaparece del campo 60 minutos y si va bien gana y sino pasa lo de hoy.