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Peticiones de inhabilitación, demandas de reintegración, firmas falsas, gratificaciones millonarias, sociedades ocultas, clausulas que aparecen y desaparecen... Hasta un piano que, realmente, no tocaba Frederic Chopin han sacudido el final del «grandismo» y la biografía más reciente del Mallorca.

Vicenç Joan Grande i Garau -el anterior propietario- y toda su guardia de corps andan metidos en un enorme barrizal. La crónica de sus andanzas es interminable. Esta es una pequeña muestra de una crónica interminable.

Gestión dolosa. Grande pasará a la historia, entre otras cosas, por haber gestado el mayor concurso de acreedores de Balears -el del Grup Drac- y haber dejado al Real Mallorca a un paso de la desaparición. Recientemente, la Fiscalia se ha adherido al informe elaborado por la administración concursal y también solicita al titular del Juzgado de lo Mercantil 1 de Palma, Víctor Fernández, que declare «culpable» el concurso presentado por el promotor inmobiliario en tres de las catorce sociedades que instaron la antigua suspensión de pagos. Grande podría ser condenado a diez años de inhabilitació por gestión dolosa.

Un premio millonario. Cuando el olor a podrido apenas deja respirar, se adivina la figura de Fernando Pons Niza. El todavía director deportivo del Real Mallorca vendía casas a futbolistas a los que despues renovaba; negociaba primas de fichajes millonarias para jugadores que tenían la carta de libertad y recibió un «premio especial» de un millón de euros por la venta de Dani Güiza. En apenas un año, Vicenç Grande le amplió el contrato dos veces y le convirtió en el hombre más poderoso del club. El pasado 13 de agostro de 2010 la administración concursal interpuso una demanda de reintegración y le reclama la devolución del famoso millón de euros...

El fiel escudero. Tocó el cielo cuando Grande le nombró director general de relaciones externas y comunicación y además también disfrutó de un contrato de alta dirección. Maties Rebassa salió del club poco después de que Alemany recuperar el control, aunque recibió un gran finiquito y la administración concursal tiene preparada otra demanda de reintegración. «Blindado» hasta 2013, existen indicios de fraude en su último contrato y se le reclamará, inicialmente, que retorne unos 125.000 euros.

Cobró dos veces. Gregorio Manzano Ballesteros, el entrenador fetiche de Grande y Pons, cobró dos veces por un mismo concepto -primas por objetivos (temporada 2008/09)- cuando su contrato especificaba claramente que sólo podía percibir una de esas gratificaciones. El Mallorca remitió días atrás al Juzgado de lo Mercantil 2 una demanda de impugnación del crédito contra el jienense. El club alega que a Manzano se le reconocen 250.000 euros brutos de más en el informe de acreedores. A este requerimiento hay que sumar otro de la administración concursal por haber cobrado en fraude de la masa de acreedores unas cantidades que no tenía derecho a percibir.

El hombre de las peñas. Era un buen tipo, pero acabó siendo engullido y utilizado por el «grandismo». Jaume Capllonch presidente de la Federació de Peñas durante el mandado de Grande, ha visto como una juez ha determinado que Chopin sólo se alojó en la celda 4 de la Cartoixa. El fallo señala que el músico y su mujer no estuvieron en la celda 2 y prohíbe a sus propietarios publicitar que Chopin estuvo allí. El piano que se exhibía en la celda tampoco era el auténtico. Capllonch era quien explotaba la celda.