En primer plano, el delegado de campo Toni Tugores; tras él Pep Alomar, Miquel Àngel Nadal y Michael Laudrup. El banquillo del Mallorca vivió el partido con intensidad. | Monserrat

TW
3

Michael Laudrup y sus ayudantes vivieron ayer el partido como si estuvieran en el rectángulo de juego. Ayer era un día para sufrir y más después de ver cómo la Real se adelantaba en el marcador. Había mucho en juego y en el ambiente flotaba la posibilidad de que el consejo tomara medidas drásticas contra el entrenador si no se lograba la victoria. Al final se ganó, pero ni aun así, el entrenador atisba un mínimo de tranquilidad en el horizonte. Así lo destacó en la rueda de prensa posterior al partido. «Pedir tranquilidad aquí es bastante difícil, tener tranquilidad es difícil...¿quién dijo imposible?», se preguntó el propio entrenador.

Y es que el técnico asegura que su situación no ha cambiado y además no cree que ahora sirva de nada hablar con el vicepresidente deportivo, Llorenç Serra Ferrer. «Sobre mí no cambia nada, ya os dije que si ya era así cuando teníamos un partido y tres puntos, imaginad ahora... no cambia nada», insistió el entrenador del Mallorca.

Por si alguien dudaba de cómo está la relación entre él y Serra y si el estado de ánimo del entrenador es bueno para mantener un encuentro con el máximo accionista, la respuesta de Laudrup no deja lugar a dudas. «Con Serra Ferrer hay pocas cosas de las que hablar», comentó el técnico danés. La victoria puede dar un margen más al entrenador, pero el telón de fondo sigue siendo muy negro. Sin embargo, el técnico se mostró satisfecho por la victoria y por el partido realizado por su equipo, encuentro que calificó de «muy sufrido».

«Siempre estoy contento cuando el equipo gana. Ha sido un partido sufrido, con momentos buenos y difíciles. Ha sido un encuentro de ida y vuelta, hemos hecho cosas buenas y dejado esas cuatro o cinco ocasiones para ellos, algunas han sido muy claras y Dudú ha estado genial», comentó el técnico mallorquinista.

Laudrup dio mucha importancia a los goles que logró ayer el equipo. «Es importante marcar, encima conseguimos dos goles que es una gran cantidad para nosotros después de tres partidos sin anotar.. hacer dos es mucho. Hemos tenido un par más pero hay que reconocer que la Real ha tenido ocasiones. Lo importante es llegar para poder marcar. Se ha hecho y eso es bueno. Se hizo en Sevilla y en Villarreal pero sin gol. Hoy hemos llegado menos, pero hemos marcado dos goles», manifestó el entrenador del Mallorca.

También Laudrup reconoció que después del dos a uno, el equipo se echó un poco atrás. «Es verdad que después del dos a uno nos hemos ido un poco atrás, no hemos tenido el balón y ellos también han realizado algunos cambios para jugar con dos delanteros y cuatro en línea buscando balones arriba. Nos ha faltado mantener el balón, jugar un poco más. Posiblemente es porque si estás ganando sientes que estás muy cerca», precisó el técnico.

Todos, tanto dentro del campo como también desde el banquillo eran muy conscientes de la importancia del encuentro y así lo exteriorizaron el propio Laudrup, Miquel Àngel Nadal y el preparador físico, Pep Alomar.

Durante el encuentro y sobre todo en el segundo tiempo, los tres técnicos estuvieron casi más tiempo de pie en su área técnica que sentados en el banquillo. Los tres daban órdenes, acompañaban al equipo en todas las acciones, apoyaban y animaban al grupo cada minuto, alentaban a los jugadores que entraban durante el segundo tiempo sustituyendo a un compañero y agradecían la labor de los que abandonaban el campo en los cambios. Más que nunca, todo el Mallorca fue ayer un equipo en busca de una vitoria. Como dijo Laudrup el sábado antes del choque, el conjunto necesitaba «ganar para volver a creer» y así sucedió durante el encuentro ante la Real. Laudrup salvó su primer 'match ball' de la temporada.