Los jugadores del Mallorca celebran el gol conseguido por el delantero uruguayo Gonzalo "Chori" Castro. | Montserrat T. Diez

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Mallorca 1 - 0 Betis

Mallorca: Calatayud; Cendrós (Nunes, min. 68), Chico, Ramis, Cáceres; Pereira, Martí, Pina (Joao Víctor, min. 84), Castro; Víctor y Hemed (Ogunjimi, min. 62)

Betis: Casto Espinosa; Chica (Jefferson Montero, min. 46), Paulao, Mario, Martínez; Pozuelo (Salva, min. 78), Iriney (Beñat, min. 52) Cañas, Alex Martínez; Rubén Castro y Roque Santa Cruz.

Goles: 1-0, min. 23: «Chori» Castro de falta directa.

Árbitro: Velasco Carballo (comité madrileño). Expulsó al visitante Mario (min. 75) y los mallorquinistas Ramis (min. 85) y Víctor Casadesús (min. 91), los tres por doble amonestación. Enseñó tarjetas amarillas a Rubén Castro, Ramis, Martí y Cáceres.

El Mallorca abrió el congelador de Son Moix, encontró tres puntos de oro gracias a la zurda de Castro, y cerró de nuevo la puerta para celebrar una victoria que le permite asomar la cabeza a la superficie en este arranque del segundo tramo del campeonato. En un duelo casi bajo cero, en una tarde de frío infernal y con la nieve acumulada en los alrededores del césped, el grupo de Joaquín Caparrós exprimió al máximo la calidad del Chori y la inocencia del Betis -nunca tanta posesión resultó tan inútil- para regalarle un triunfo a los valientes que se acercaron hasta el Estadio en una jornada más propicio para el caldo y la mesa camilla. (1-0)


El encuentro resultó una tortura. Para el espectáculo, que no hubo, y para los seguidores, que se pasaron la hora y media tiritando y con el cuerpo encogido. Los protagonistas tampoco contribuyeron para encender las calderas del encuentro. Apenas más cesiones al portero y patadones sin sentido que combinaciones o pases con criterio. En este desierto de juego combinativo, el Mallorca lo rifó todo a alguna aparición individual. Y aquí surgió la figura de Castro. Es curioso pero el Chori está firmando su mejor campaña mientras ya cuenta las horas para despedirse. Que este futbolista quede libre en plena cuesta arriba es un error imperdonable. El uruguayo es otro. Roba, pelea, se sacrifica en labores defensivas y ahora clava hasta las faltas. Su zurda fabricó las acciones con más chispa del duelo y el gol de la victoria. Fue en el ecuador del primer acto, en un lanzamiento directo desde fuera del área. Una rosca perfecta que, tras besar el poste derecho de Casto, acabó en el fondo de las mallas. Instantes después, telegrafió un centro medido que Víctor controló en carrera, pero disparó cruzado.


Antes del tanto, el duelo se había movido entre la posesión del Betis -jugó en horizontal y hacia atrás, jamás buscó profundidad- y algún chispazo de Pereira. El francés se mostró activo por su banda y sembró la primera ocasión. Un centro que, tras tocar Hemed, casi se le cuela a Casto.


En el tramo final, Pereira y Castro se asociaron con criterio, pero la acción acabó con un chut mordido del ?7'. ¿El Betis? Nada de nada. Santa Cruz fue un islote por delante de Juanma, Pozuelo o Rubén Castro y Calatayud vivió en la calma más absoluta.


El descanso no varió la ruta de la tarde. El Betis tenía el balón; el Mallorca, las ocasiones. Una de Pina, un cabezazo de Ramis que despejó Casto, un centro que no remató Ogunjimi, que volvió a ofrecer más oscuros que claros...


Velasco Carballo debía estar tan congelado que comenzó a calentarse sin motivo y expulsó a Ramis (min. 85) -tras un pifia del recién entrado Joao Victor-, Víctor (min. 91) -dos amarillas por protestar en el mismo segundo- y al bético Mario (min. 74). Esas acciones y la excesiva prolongación creó cierta incertidumbre por el marcador, aunque el Betis ni siquiera se dignó a colgar balones.