Olaizola durante un entrenamiento del Mallorca. | Teresa Ayuga

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Sin el portero Roberto Santamaría, el lateral izquierdo Joan Oriol ni el delantero Brandon Thomas, Javier Olaizola sigue estudiando todas las opciones para alinear al mejor once posible en la final de este viernes (18.00 horas) ante el Mirandés en el penúltimo capítulo de la primera vuelta del curso. El duelo es clave para el destino del Mallorca, que afronta el encuentro en descenso con un punto de los últimos quince posibles y cuatro derrotas consecutivas.

El rival es precisamente el que marca la permanencia. Suma 22 puntos por los 19 del conjunto balear, aunque el Mirandés acumula 17 jornadas consecutivas sin ganar lejos de Anduva. De hecho, su última victoria a domicilio fue el 7 de febrero en Lugo y se presenta en Son Moix con cinco derrotas seguidas como visitante.

En relación al posible equipo titular, Javier Olaizola realizará este jueves la última prueba. Sin Roberto Santamaría, que acumula ya un mes de baja, Jesús Cabrero volverá a situarse bajo los palos. En la línea defensiva parecen seguros los centrales Yuste y Raíllo. En las bandas aparecen las dudas, sobre todo en la izquierda. Joan Oriol es baja por unas molestias musculares, a las que suma unos problemas de pubis, y la puerta de la titularidad se abre de par en par para Saúl García. En el centro del campo podría apostar de nuevo por los Juanes, tal y como sucediera ya en Soria, mientras que en la punta de ataque vuelven a abrirse todas las incógnitas.Sin el mejor realizador del Mallorca, expulsado en el descanso de la cita ante el Numancia, el entrenador del Mallorca deberá improvisar a otro punta. Será la primera vez que el equipo isleño afronte un partido en esta temporada sin el canterano. La puerta se abre para Pol Roigé -situaría a Lago arriba junto a Lekic- o para el propio Óscar Díaz.

Será el estreno de Olaizola en casa en su segunda etapa después de perder en Almería y Soria en sus dos primeros partidos.