El Mallorca ha recibido al Tenerife en Son Moix. | Miquel Àngel Borràs

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RCD Mallorca 1 - 4 CD Tenerife
RCD Mallorca
: Cabrero; Campabadal, Raíllo, Yuste, Saúl (Lekic, min. 55); Mountinho (Pol Roigé, min. 66), Sasa Zdjelar, Juan Domínguez, Angeliño; Brandon y Lago Júnior.
CD Tenerife: Dani Hernández; Oriol (Aitor Sanz, min. 46), Germán Sánchez, Jorge Sáenz, Camille; Vitolo, Alberto; Omar (Tyronne, min. 46), Aarón; Choco Lozano (Carlos Ruiz, min. 70) y Amath.
Goles: 1-0, min. 6: Juan Domínguez; 1-1 min. 48: Raíllo, en propia puerta; 1-2, min. 53: Aarón; 1-3, min. 60: Amath; 1-4, min 75: Aarón, de penalti.
Árbitro: David Pérez Pallás (Comité Gallego). Amonestó a Juan Domínguez, del Mallorca; a Aaron, del Tenerife.

El Mallorca ha mostrado este sábado su mejor y su peor versión de la temporada. Tras una primera parte de dominio, tanto en el juego como en el marcador, varios errores del Mallorca en el segundo periodo propiciaban tres goles en 18 minutos del Tenerife que sacaban los colores de los de Javier Olaizola. Finalmente, el partido terminaba con un 1-4 en el luminoso que dejaba patente la crisis del equipo bermellón.

El Mallorca, de amarillo para conmemorar al equipo que conquistó en abril de 1960 el primer ascenso de su historia, iniciaba el partido con Cabrero bajo palos, Campabadal, Yuste, Raillo y Saúl en la línea de defensa, Sasa y Juan Domínguez en el centro del campo, Moutinho y Angeliño como extremos y Brandon y Lago Junior en la delantera.

La primera ocasión llegaba en el minuto 4, cuando Brandon remataba de cabeza un centro de Moutinho que Dani detenía en dos tiempo. Pero en la siguiente acción, llegaba el gol. Corría el minuto 5 cuando Moutinho ponía un saque de esquina que peinaba Yuste para que Juan Domínguez rematara de cabeza y marcara.

Tras el tanto, los mallorquinistas se hicieron con el control del partido al tiempo que buscaban el gol de la tranquilidad. Algo que casi consigue Brandon en el minuto 17 tras recibir un centro en la frontal del área y deshacerse del portero rival, pero la defensa del Tenerife consiguió evitar el remate.

Con un dominio local patente en el juego, corría el tiempo mientras las únicas oportunidades llegaban desde los saques de esquina, aunque sin peligro para las porterías. El descanso llegaba con un contundente Mallorca que sometía al Tenerife.

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Segunda parte

Tal como empezó la primera mitad lo hacía la segunda, con los de Javier Olaizola muy centrados y activos. Tanto era así que en el primer minuto tras la reanudación Brandon reclamaba penalti después de no poder rematar un saque de esquina al segundo palo. Sin embargo, un error de Raíllo en el 47 cambiaba las tornas. El central bermellón, al intentar despejar un centro desde la banda izquierda, empujaba el balón al fondo de la portería de Cabrero devolviendo el empate al marcador y daba inicio a la debacle del Mallorca.

Con más ímpetu que en los primeros 45 minutos, los de Pep Lluís Martí aprovecharon la euforia para marcar el segundo tanto. Tras una pérdida de Moutinho en el 52, Aarón recibía en la banda izquierda para, desde la esquina del área, batir a Cabrero con un gran disparo cruzado que entraba por la escuadra. Un gran gol que ponía más nervioso a los mallorquinistas.

Olaizola cambiaba a Saúl para dar entrada a Lekic y solventar la situación adversa, pero lejos de conseguirlo, el tercer gol llegaba a los 15 minutos de la reanudación. En el 60, un fallo de los centrales del Mallorca permitía que Amath rematara a placer de cabeza desde el punto de penalti para batir de nuevo al portero bermellón.

Poco después, Moutinho abandonaba el terreno de juego entre los pitidos de los aficionados para dar paso a Pol Roigé. Un cambio que no daba el aire fresco necesario y tras el que Vitolo ahondaba en la crisis del Mallorca mientras muchos de los seguidores abandonaban Son Moix. El jugador del Tenerife se adentraba en el área para caer ante Yuste. El colegiado pitaba pena máxima que Aarón convertía en el 1-4 que dejaba patente la falta de reacción de los de Olaizola.

Destrozado, el Mallorca no conseguía maquillar un resultado estrepitoso que deja al equipo a las puertas del descenso. Con el pitido final empezaban los pitos de los aficionados, entre los que gritaban 'fuera'. Finalmente, los fuego artificiales programados con motivo del cierre del año del centenario del Mallorca se cancelaban.