Álex López, que en la imagen juega a billar en el Players’ Lounge, quiere alargar su dulce momento. | Carlos Román

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El partido con el mejor cartel de todo el grupo III esconde también una carambola perfecta. Al menos para el Mallorca, que con otra victoria acabaría de barrer el camino y confirmaría que juega en otra liga. Otra victoria, en este caso sobre un Elche que destapaba la temporada como uno de los principales candidatos al ascenso, dejaría una brecha de 14 puntos entre las dos formaciones y permitiría a los de Vicente Moreno agarrarse de manera virtual al título simbólico de campeón de invierno. Tras solo 15 jornadas y a mediados de noviembre.

El Mallorca-Elche es el duelo estrella de la liga y llegará marcado de manera especial por el rumbo reciente de ambos equipos. En el conjunto balear, todo marcha sobre raíles tras dos victorias muy contundentes que sirvieron para apagar las dudas que empezaban a dibujarse en el horizonte después de empatar contra el Formentera y el Hércules. El conjunto balear, además, recibirá al conjunto franjiverde con el depósito de la moral hasta arriba y toda la artillería de nuevo a punto. Para los futbolistas rojillos el encuentro acarrea una carga de motivación adicional. A la contundencia de sus números —y cada vez más de su juego— se le añade ahora la posibilidad de arrearle un golpe mortal a la pelea por la primera plaza.

El empate mantendría la distancia de 11 puntos, pero es que un triunfo mallorquinista mandaría a los ilicitanos a más cuatro partidos de diferencia, los mismos que restarían por disputarse de aquí a que acabara el año y la primera vuelta. En ese caso, el Mallorca debería esperar al resultado del Villarreal B, que tiene los mismos puntos que el Elche y que recibe mañana al Sabadell, para asegurarse de forma matemática ser el mejor equipo del primer ciclo. Aunque más allá de lo que hiciese el filial amarillo el primer puesto a finales de diciembre estaría casi garantizado. La derrota ante el Elche podría suponer un pequeño retroceso anímico, pero tampoco afectaría demasiado a la clasificación ni a las perspectivas del campeonato, así que toda la presión volverá a estar de nuevo sobre la caseta del Elche.

Recuperados
En principio, el Mallorca podrá salir con todo a por el Elche. Lastrado en Lleida por tres bajas pesadas, el técnico ya puede disponer de Manolo Reina, que se caía a última hora por un proceso vírico, y con Marc Pedraza y Abdón Prats, que ya cumplieron el domingo un partido de sanción por acumulación de amonestación. Esas entradas van a generarle un pequeño pero agradable conflicto a Moreno. El técnico, que no es muy partidario de cambiar las cosas cuando funcionan, tendrá que hacerle sitio de nuevo a los tres futbolistas. Con la vuelta de Pedraza habrá que ver qué rol pasa a ocupar Salva Sevilla. Y con la de Abdón lo más probable es que se caiga alguno de los futbolistas de los extremos.
El Elche que acudirá a Palma es una incógnita. Llegará a Son Moix tras la sorprendente destitución de su entrenador, Vicente Mir, y con José Luis Acciari (su nuevo responsable del equipo de manera interina) sentado en la grada por sanción.