Lago Junior intenta zafarse de un rival. | M.À. Borràs

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El Mallorca ha empatado a un gol ante el Formentera en Son Moix gracias a un tanto en el minuto 89 de Joan Sastre. El equipo pituiso se adelantó en la primera parte y ha estado a punto de lograr la machada pero el ímpetu de los bermellones le ha dado al menos un punto, que no sirve para disipar dudas después de cuatro partidos sin ganar.

Parecía a priori el partido perfecto para recuperar sensaciones y, lo más importante, puntos. Pero nada más lejos de la realidad. El conjunto de Vicente Moreno ha tenido que sudar para sumar un empate en un partido en el que el Formentera ha dejado claro que no han venido de paseo y que un estadio como Son Moix no le amedrenta.

Nada más arrancar el encuentro la ha tenido Abdón. Ni un minuto se había disputado cuando el de Artà ha estado a punto de rematar un centro de Lago desde la izquierda. El inicio prometía para los locales, pero fue un espejismo.

El conjunto pitiuso se soltó y así llegó el peligro primero y luego el gol de Gabri en el minuto 7. Gol no, golazo. Un disparo desde fuera del área sin dejar botar el balón después de un control sorprendió a todos, también a Reina, que nada pudo hacer para evitar el tanto.

El tanto no modificó mucho. El Mallorca seguía impreciso y los visitantes cómodos, muy cómodos con la nueva situación. La defensa de los de Juan Arsenal se mostraban muy seria ante los acometidas bermellonas.

Lejos de quedarse atrás, el Formentera tuvo una nueva ocasión en el 23 cuando Ojeda remató fuera dentro del área con todo a favor par aumentar la ventaja de los visitantes. Era un nuevo aviso que despertó a la afición local, que mostró su descontento con lo visto hasta el momento.

Los nervios y las imprecisiones se apoderaban del Mallorca, incapaz de crear peligro ante la meta de Marcos. Solo a través de saque de esquinas los locales podían acercarse algo al área del Formentera. Y precisamente después de un lanzamiento de esquina la tuvo Abdón al filo del descanso, pero nada hizo que se moviera el marcador.

El paso por el vestuarios nos dejó la misma imagen que en la primera mitad. Un Formentera sin complejos. Y así le anularon un tanto en el 49. Un gol que visto una y otra vez no queda claro por qué no subió en el marcador. Este nuevo serio aviso desató los nervios de la grada, ya a flor de piel desde hacía varios minutos.

Los de Vicente Moreno seguían apretando pero sin demasiado peligro. Saques de esquina, uno tras otro, pero nada más. Ni la entrada de James, que tuvo unos buenos minutos, servía para equilibrar la contienda.

Pero lo que había sido estéril hasta el momento, el acoso a base de córners, al final, literalmente hablando, fue la solución a los problemas. El decimocuarto saque de esquina del Mallorca se tradujo en gol. Era el minuto 89 y encontró la cabeza quizá del menos esperado por allí, de Joan Sastre, que se erigió en el héroe bermellón.

Punto que le sabe a muy poco al Formentera visto lo visto y a poco al Mallorca, que ha sumado solo dos de los últimos doce puntos disputados.