El jugador del Real Mallorca Dani Rodríguez recibe las felicitaciones de sus compañeros tras marcar su segundo gol ante el Lugo en Son Moix. | Javier Padilla

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El desplazamiento más largo de la temporada le va ofrecer al Real Mallorca la posibilidad de levantar definitivamente el vuelo. El Heliodoro Rodríguez López se convertirá este viernes (21.00 horas) en una pista de despegue para el conjunto balear, que podrá corregir su inclinación como visitante frente a un Tenerife encerrado en la trastienda de la clasificación, junto a una montaña de asuntos pendientes.

Con el depósito lleno tras su goleada sobre el Lugo (3-0), el Real Mallorca vuelve a sentirse fuerte. Tanto, que se ha propuesto romper con la mala dinámica que le define como visitante y bajarse de esa montaña rusa a la que lleva subido prácticamente todo el curso. Apartado de la chimenea de su hogar solo ha celebrado dos victorias -contra el Rayo Majadahonda, a finales de agosto, y frente al Reus, a comienzos de diciembre-, mientras por el camino dejaba atrás valiosas oportunidades y reducía el peso de los triunfos que recolecta en Son Moix, donde exhibe su talante más autoritario.

A diferencia de las últimas salidas, en las que ha ido encontrando oponentes de talla superior, el Real Mallorca visita esta vez a un equipo metido en arenas movedizas. Los canarios, solo cuatro puntos por encima de la línea que marca el descenso, vienen de hilar dos derrotas, solo han ganado uno de los últimos seis partidos y presentan unos números desoladores en ataque, los peores de los últimos años. De hecho, lleva cuatro jornadas completas sin marcar y acumula 391 minutos sin ver puerta.

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Solo el Nàstic de Tarragona, precisamente el último equipo al que le abrió lun agujero, ha marcado menos que ellos una vez consumidos 26 episodios del campeonato. Un problema que ni siquiera ha amortiguado durante el mercado de invierno. «No debemos pensar mucho en el acierto de cara a portería, para no obsesionarnos», explicaba ayer Suso Santana. «Tenemos jugadores con capacidad goleadora y aunque ahora no estemos en un buen momento debemos ir paso a paso y sumar de tres en tres. Trabajamos para competir bien y sacar un buen resultado contra el Real Mallorca», se justificaba el futbolista canario.

La mala situación del Tenerife también tiene arrinconado a su entrenador, José Luis Oltra. El extécnico del Mallorca -con él los baleares lograron su último triunfo en el Heliodoro, en la temporada 2013-14, gracias a un tanto de Gerard Moreno- regresó al club en septiembre para sustituir a Joseba Extreberria, pero no ha conseguido devolverlo a la superficie. El de este viernes será un encuentro tan especial como trascendental para su futuro, ya que una derrota le dejaría con los pies colgando del barranco. Pero a su vez, cumplirá 150 actuaciones sumando las dos etapas que ha pasado en Santa Cruz y se reafirmará como el entrenador que más ocasiones ha dirigido al Tenerife, por delante de los también exbermellones Álvaro Cervera (110) y Pep Lluís Martí (108).

Consciente de la importancia que va a tener el partido, el Tenerife ha puesta en marcha la maquinaria para intentar reunir a más de diez mil espectadores en las gradas del Heliodoro y echarle una mano al equipo ofreciendo a los abonados la opción de adquirir dos localidades conjuntas a mitad de precio. A su vez, varias peñas del conjunto blanquiazul han anunciado que entrarán al estadio en el minuto cinco como protesta por los horarios determinados por LaLiga. Los colectivos de aficionados solicitan que no se disputen más partidos entre semana.