Instalado al final de una franja estratégica del calendario, al Mallorca se le ha vuelto a hacer de noche en las últimas jornadas. Además de los puntos, básicos para permanecer fuera de la zona de conflicto, poco o nada queda ya de esas victorias sobre Espanyol y Real Madrid que colocaron al equipo a otro nivel frente a los ojos del resto de la Liga. Desde ese momento, el conjunto rojinegro apenas ha vuelto a llenar el granero. Hace ocho días revivía a un Leganés que antes de mirarle a los ojos era incapaz de dar dos pasos iguales y contra Osasuna, en su fortín, acabó con la lengua fuera y la sensación de que el punto que retenía, escaso sobre el fondo de la clasificación, suponía un premio mayor teniendo en cuenta cómo había transcurrido todo.
Después de avivar el fuego de las dudas, el partido de Valladolid supone una reválida imprescindible para evitar una nueva caída al sótano de la clasificación. También una buena oportunidad para levantarse y romper el techo que impide el crecimiento del equipo fuera de Son Moix. El cuadro isleño es el que menos encuentros ha disputado como visitante -solo cuatro ante Valencia, Getafe, Alavés y Leganés-, pero también el único que todavía no ha desprecintado la cuenta. A sus problemas para cosechar se unen también sus dificultades para anotar. Solo lo hizo en el Coliseum Alfonso Pérez, con un doblete de Ante Budimir que le sirvió de más bien poco. Por supuesto, tampoco ha mantenido cerrada su puerta en todo ese póquer de desplazamientos.
Vicente Moreno, que además de viajar solo habrá disfrutado de 63 horas entre el final del encuentro frente a Osasuna y el arranque del duelo ante el Valladolid, ya anunció cambios en su once por ese mismo motivo. En cualquier caso, esos movimientos generan más incertidumbre en torno al grupo, que ya ha demostrado estar sujeto con alfileres fuera del bloque del ascenso. El técnico bermellón tiene muchas opciones sobre la mesa, aunque está por ver la fiabilidad de cada una de ellas. Lo que parece claro es que mantendrá en Zorrilla a una parte importante de la defensa -para aligerar el eje solo dispone de Xisco Campos y Joan Sastre descansó el jueves frente a Osasuna- y que Take Kubo regresará al once para enfrentarse al que estuvo a punto de ser su equipo este verano. El japonés es de los pocos suplentes que han encontrado acomodo en alguno de los onces del preparador valenciano sin que se reduzca demasiado la productividad global.
El Valladolid, por su parte, recibe al Mallorca tras ser goleado el pasado martes en el Camp Nou y no destaca precisamente por su contundencia como local. Todavía no ha perdido en Zorrilla en lo que va de temporada, pero empató frente a Osasuna, Granada y Atlético y solo le ha ganado al Eibar. Los de Sergio intentarán aprovechar la irregularidad balear para corregirlo.
2 comentarios
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La clave del partido pasa por dejar a lago en el banquillo y darle entrada en el 55....tienen que salir de inicio kubo y ariday...hay esta la clave Sr moreno
Esperemos que salgan a ganar y que esta noche "hayan descansado".