El parón navideño va a pillar al Mallorca bajando de la cumbre, aunque con unos números impresionantes y la mochila llena. Llevaba allí acampado casi un mes el cuadro isleño. Concretamente, desde que ganó en Cartagena y sacó partido del resbalón del Espanyol en Butarque. Una estancia sobre la cima basada en cinco victorias consecutivas que interrumpió de manera repentina el Fuenlabrada para acentuar la dureza de una categoría que no espera a nadie.
Como ya ha dejado caer Luis García Plaza en más de una ocasión, el Mallorca ha necesitado que su motor carburara en todo momento a pleno rendimiento para sostenerse en el punto más elevado de la clasificación. Ni siquiera el mejor comienzo de su historia ha sido suficiente para que levantara los pies del suelo y se abriera una grieta con el resto de candidatos, que entre los baches también han seguido produciendo a un ritmo altísimo.
A diferencia de lo que le ocurría habitualmente, al Mallorca esta vez le ha penalizado su condición de local. Entre las paredes de su casa se le escurrió el primer partido de la temporada y el último del año más atípico que se recuerda. Dos deslices muy distintos y con varios meses de diferencia entre ellos que han tenido un precio altísimo para el equipo en un momento crucial de la competición.
Grandes números
En el lado bueno de la balanza sigue habiendo muchas más cosas para el Mallorca que esa pérdida provisional del liderato que tampoco tendría ningún tipo de consecuencia si acabara ahora la temporada. La escuadra de Son Moix sigue a cubierto en las posiciones pintadas de verde incluso después de patinar en casa. Los únicos que le pueden recortar terreno a la espalda son el Leganés y el Sporting, pero ambos se enfrentan esta lunes por la noche sobre la hierba de El Molinón. Además, la zanja que le separa de asturianos y pepineros sigue siendo notable.
La otra lectura que deja el final de año es la de los números, brillantes para el equipo de Luis García Plaza. Ha llegado a la pared de los 40 puntos a falta de dos jornadas para darle carpetazo a la primera vuelta, al que hará en cuanto se reinicie la competición midiéndose a domicilio al Oviedo y en su estadio Las Palmas.
Los tres goles que recibió el sábado del Fuenlabrada —no encajaba tantos goles desde que el 3 de julio, todavía en Primera División, el Atlético de Madrid le pasó por encima en el Metropolitano— han acabado con una plusmarca histórica con la que cargaba desde hace ya muchas semanas, pero tampoco lo han apartado del papel de equipo menos goleado de la categoría. Y a nivel global, solo el Atlético de Madrid, con cinco dianas recibidas, mejora esos datos.
La racha de imbatibilidad del Mallorca acaba después de 17 jornadas, exactamente las mismas que estuvo sin perder el equipo en fase regular durante el último tramo de la temporada 1995-96. En cualquier caso, el entrenador con más recorrido en esa dirección es Luis García, ya que la serie de hace un cuarto de siglo no la dirigió íntegramente Víctor Muñoz, ya que en el primero de ellos fue Damià Amer quien estuvo a los mandos del grupo.
Una semana para reponerse
El Mallorca va a tener un fin de semana libre de competición con motivo del parón navideño para descansar, tomar oxígeno y reordenar las ideas antes de adentrarse en la fase definitiva de la competición. El conjunto que entrena Luis García Plaza recuperará el hilo de la liga el próximo domingo 3 de enero (21.00 horas) en el Carlos Tartiere Oviedo y jugará una semana después en Son Moix contra Las Palmas (domingo 10 de enero, 16.00 horas) para doblar la esquina del campeonato. Entre uno y otro encuentro deberá afrontar un compromiso de Copa del Rey, precisamente, contra el Fuenlabrada.
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