El once de Luis García se ha encontrado con la enorme dificultad en esta fase de la Liga de la plaga de lesiones que ha asolado el vestuario y eso, unido a los problemas planteados por los rivales, ha hecho inviable volver a ganar fuera de casa. Cayó en Bilbao (2-0); también en el Bernabéu (6-1) y esta última jornada en San Sebastián (1-0) con las circunstancias de todos conocidas de no poder superar a un rival en inferioridad numérica. En todos los partidos, incluso ante el Madrid, el Mallorca tuvo posibilidades de meterse en los partidos, pero no tuvo la continuidad necesaria para poder superar a los rivales. La Primera no es la Segunda donde el equipo superaba a sus rivales con autoridad y el talento y la calidad es diferente ahora en la máxima categoría.
El equipo lo está notando, pero también es cierto que hay que tratar de reaccionar y volver a sumar a domicilio. Su rival es un Valencia siempre temible por muchos problemas institucionales, deportivos y económicos que pueda tener. Ante contrarios de la zona media les ha ganado. Venció por la mínima a Getafe ganó al Alavés por tres a cero; cayó contra el Real Madrid por un gol a dos y arrancó un empate contra el Athletic Club.
Las urgencias todavía son controlables, pero Luis García Plaza sabe que los puntos en juego tienen todos una importancia capital en un escenario donde la permanencia es el gran objetivo. El Mallorca concentrado y con la mayoría de sus efectivos disponibles es difícil de doblegar, el problema sin embargo es que dos de sus principales baluartes están fuera; Antonio Raíllo y Take Kubo. No obstante, existe la posibilidad de recuperar a Aleksandar Sedlar y Jaume Costa, dos hombres que van a dar solidez a la zaga y principalmente más posibilidades a su entrenador. A partir de ahí el Mallorca tiene la necesidad de ser más eficaz cuando todo el engranaje funciona. Por ejemplo en Anoeta el once balear causó una buena imagen durante el primer tiempo, incluso con igualdad ante el rival, pero faltó rematar y ser letal dentro del área. El gran trabajo es precisamente ese, ser más decisivos delante porque durante muchos minutos el equipo es capaz de generar fútbol, mandar en los partidos, tener presencia sobresaliente en el juego y capacidad para inventar. Si consigue ser más eficaz cuando toma contacto con el área las posibilidades de victoria van a multiplicarse. Al final en Mestalla van a verse las caras dos equipos necesitados. Uno, el Valencia, ha vivido sin duda mejores tiempos y hace equilibrios para evitar que la crisis a todos los niveles que sufre, llegue al terreno de juego.
Por su parte el Mallorca busca darle al F5, mejorar sus prestaciones lejos de casa y seguir echando tierra de por medio con el vagón de cabeza. En esa zona Levante, Alavés y Getafe no levantan cabeza y el Granada no se despega. Es un buen momento para aprovechar esta fase de la temporada en la que se da una gran oportunidad para poder aumentar el crédito y la tranquilidad.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.