Los capitanes de la plantilla del Mallorca junto a Luis Garcia Plaza, el presidente, Andy Kohlberg, Pablo Ortells y Alfonso Díaz visitaron este lunes el área de pediatría de Son Espases para entregar regalos a los niños. | R.C.D.

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El Mallorca cambia de chip y de superficie de trabajo. El equipo de Luis García Plaza deja a un lado la regularidad de la Liga para centrarse en la explosividad de la Copa, que le tiene reservada otra ronda para este jueves. A su vez, pasará de la hierba natural de Son Moix a la sintética de Ganzábal, en Langreo, donde escenificará la eliminatoria de segunda ronda contra el Llanera. Un hecho que modificará durante esta semana los hábitos de una plantilla que tanto hoy como mañana entrenará sobre moqueta para adaptarse a lo que le espera.

El Mallorca, que viajará este miércoles a Asturias para concentrarse en Oviedo y regresar a Palma tras el partido —el sábado tiene que volver a viajar para jugar el domingo a la hora de la comida en Granada—, volverá a repartir minutos entre los futbolistas de la segunda unidad, como en la eliminatoria anterior, en la que tuvo que esperar a la prórroga para asegurar el pase.

El partido entre el Llanera y el Mallorca será dirigido por el colegiado vizcaíno Ricardo de Burgos Bengoetxea y servirá para medir a los baleares ante otro equipo de la zona baja del grupo primero de la Segunda RFEF. De hecho, el pasado fin de semana se cruzaron con la Segoviana, el primer rival de los baleares en la Copa, en un encuentro que se saldó con un empate sin goles. El club asturiano aguarda el partido con interés y espera contar con el apoyo de su afición en una cita que ha calificado de «histórica». Los socios del club pagarán diez euros —15 los no socios— para ver al Mallorca y disfrutar de la fiesta de la Copa.

El apunte

Entradas para el Barcelona

El Mallorca puso este lunes a la venta las entradas para el partido contra el Barça del próximo día 2 de enero (21.00). El club ha fijado entre 70 y 250 euros el precio de las localidades para el primer partido del 2022 para los bermellones y la primera visita a Palma azulgrana bajo el mando de Xavi.