Steve Kerr, con una gorra del Real Mallorca.

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Steve Kerr, leyenda de la NBA, se une al proyecto del Real Mallorca. El exjugador y actual seleccionador de Estados Unidos y de Golden State Warriors, además de amigo personal del presidente bermellón, Andy Kohlberg, se ha sumado al accionariado del club con un pequeño pequeño paquete de títulos.

«Soy amigo de Andy Kohlberg y estuvimos juntos este verano. Me dijo que ha habido un cambio en la propiedad y me ofreció la opción de ser parte del nuevo grupo inversor», explica Kerr en declaraciones difundidas por el propio Mallorca. «Estoy muy motivado, estuve en Mallorca el pasado verano viendo un partido, apoyando al equipo y convirtiéndome en su fan. Es una oportunidad muy emocionante».

Andy Kohlberg, por su parte, destaca que el movimiento de entrada de Kerr «es un gran paso adelante». «Cuando vino hace un año y habló a los jugadores tuvo un gran impacto y me encantó escuchar los mensajes de la importancia del equipo y de la implicación de todos, titulares y reservas, para estar preparados. A ellos les encantó y Steve disfrutó», afirma.

Steve Kerr ya visitó la isla hace un año y eso le marcó. «Me hice aficionado del Mallorca el pasado año e involucrándome ahora en el club veré todos los partidos de La Liga. Es bastante motivante y no sólo desde un punto de vista como accionista sino con todo lo que conlleva poner tu corazón y ser parte del club y eso es ilusionante», apunta.

Steve Kerr es, tras el dos veces MVP Steve Nash, la segunda gran leyenda de la NBA que se incorpora al proyecto del Mallorca. El exjugador y técnico nacido en Beirut ha ganado hasta nueve anillos de campeón durante su carrera: cinco como jugador (en Chicago Bulls y San Antonio Spurs) y cuatro como entrenador de los Warriors.

Carlos Román

El coleccionista de anillos

Carlos Román

Hablar de Stephen Douglas Kerr (Beirut, Libano, 1965) es hacerlo de uno de los tipos que más impacto han tenido en el baloncesto americano durante las últimas décadas. Y de un impresionante coleccionista de anillos. En las veinticinco temporadas de carrera que ha ido tejiendo en la NBA ha ganado hasta nueve. Cinco desde dentro de la pista y cuatro a un lado. Solo hay otras cuatro personas con un repertorio más amplio —Phil Jackson, Bill Russell, Tom Heinsohn y KC Jones—, aunque ninguno lo tenga tan bien repartido.

El ahora accionista del Mallorca ha cimentado su leyenda en torno a dos de las franquicias más seductoras de la historia de la NBA. Fue parte de los míticos Chicago Bulls de Michael Jordan, con los que ganó tres títulos (1996, 1997, 1998) —los otros dos como jugador fueron con San Antonio Spurs (1999, 2003)— y el líder desde el banquillo de los Golden State Warriors de Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green, con los que ya ha tocado el cielo cuatro veces: 2015, 2017, 2018 y 2022.

Steve Kerr también es recordado por su intervención en el documental The last dance, donde además de revelar algunos detalles de su relación con Michael Jordan, narraba la trágica muerte de su padre a manos de dos terroristas islámicos en Líbano cuando él tenía solo 19 años. Una historia que le acabó convirtiendo en uno de los personajes públicos más críticos contra la política de armas de fuego en Estados Unidos.