Feliz remontada del Mallorca

El Mallorca cierra el año con 18 puntos, a falta de un partido para que finalice la primera vuelta y se distancia a cinco del descenso, un botín nada despreciable visto cómo se ha desarrollado esta primera ronda del campeonato. Aguirre dejó en el banquillo a Sergi Darder y apostó por la defensa de cinco previsible y con Samu y Morlanes en la sala de máquinas.

El encuentro arrancó con un Mallorca tratando de mandar en el juego desde el control de la pelota, pero unas manos de Gio a los siete minutos terminaron con una falta al borde del área para Osasuna. El disparo de José Arnaiz no pudo blocarlo Rajkovic y el rebote lo cazó Ibáñez para anotar el cero a uno. No había hecho hasta ese momento ningún merecimiento el equipo navarro para avanzarse en el marcador, que se veías sin merecerlo con el triunfo momentáneo.

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Sin embargo, el Mallorca dio un paso adelante, consciente de que faltaba mucho partido y sobre todo de que Osasuna sufría y mucho a balón parado. Y explotó al máximo esta circunstancia. Dani lanzó un saque de esquina muy bien forzado por Maffeo. Nastasic remató libre de marca a gol y empató el encuentro a los doce minutos.

A partir de ahí solo exisitió el Mallorca en este primer tiempo, que pudo marcar dos goles más en oportunidades de Maffeo y Antonio Sánchez, incluso en un remate a bocajarro de Jaume Costa. En cualquier caso, el equipo de Aguirre estaba haciendo todo para ganar.

Con empate a uno se dirigió el equipo al vestuario. En el segundo tiempo el festival bermellón se mantuvo y se fue incluso acentuando. Con Osasuna a merced del Mallorca, el equipo de Aguirre se lanzó a por el segundo gol y lo encontró en el minuto 53. Raíllo interceptó un rechace de Osasuna y metió al costado para Maffeo. El catalán envió al borde del área y ahí Dani Rodríguez lanzó un zapatazo enorme que sorprendió a Herrera. Lo más difícil estaba hecho. El Mallorca había remontado. Ocho minutos después llegó el tercero. De nuevo Dani lanzó otra asistencia magnífica en un lanzamiento de falta y Raíllo imperial remató a gol.

Pero el Mallorca no sería el Mallorca sin elevar las victorias a grandes dosis de sufrimiento y al final, en un mal rechace de Llabrés, Osasuna acortó distancias en el 91 gracias al tanto de Raúl García. Desde ese momento y hasta el 95 quedó demostrado que a este equipo le falta mucho oficio para mantejar situaciones de alta tensión. Entregó el balón al rival, fue incapaz de manejarlo y por poco recibe un tercer tanto. No fue así. Respiró Son Moix y Aguirre. Al final victoria, remontada y feliz final de año. Dieciocho puntos y a cinco del vagón de cola.