Jagoba Arrasate, junto a Javier Aguirre en un partido entre el Mallorca y Osasuna.

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Jagoba Arrasate es ya la apuesta más fuerte que ha lanzado la actual dirección deportiva del Real Mallorca para el banquillo. El vasco es el tercer entrenador que firma Pablo Ortells desde su llegada al club en 2020, después de Luis García Plaza y Javier Aguirre, y el que empezará a trabajar con un contrato más largo por delante.

En los cuatro años que lleva como director de Fútbol del Mallorca, Ortells ha orquestado varios cambios entre los responsables de la plantilla. El castellonense, que a los pocos meses de aterrizar en Son Moix tuvo que lidiar con la inesperada salida de Vicente Moreno al Espanyol, justo después del descenso a Segunda División que se producía en plena pandemia, incorporó entonces al banquillo a Luis García Plaza. El técnico madrileño se comprometió dos temporadas con la entidad y no pudo agotar esa relación por solo unos meses. Ascendió al equipo a Primera de manera brillante, pero la temporada siguiente, ya en la máxima categoría, fue destituido por los malos resultados a nueve jornadas para el final del campeonato. Dirigió un total de 78 partidos.

Luis García Plaza fue sustituido por Javier Aguirre cuando la amenaza del descenso empezaba a ser importante. El mexicano salvó al Mallorca de una nueva caída y fue renovado para la campaña siguiente, en la que firmó sus mejores números, con un noveno puesto en la clasificación después de optar a los puestos europeos hasta las últimas jornadas.

Esos buenos registros permitieron a Aguirre seguir otra temporada a los mandos de la primera plantilla del Mallorca. El cuadro balear regresó a una final de Copa del Rey 21 años después y peleó por el título en la ya inolvidable cita contra el Athletic en La Cartuja, aunque sus números en el campeonato de Liga fueron más bien discretos en esta última campaña. El equipo llegó muy castigado a las jornadas finales y tuvo que sudar para agarrarse matemáticamente a la permanencia.

La relación entre la dirección deportiva y Aguirre se fue deteriorando con el paso de los meses y el club decidió no prolongarla una vez concluido el curso pese a que se había alcanzado el objetivo propuesto inicialmente. El mexicano se marchaba después de 97 encuentros oficiales marcados por el equilibrio en Primera, donde el club no terminaba de asentarse.

Y es ahí cuando ha entrado a escena Jagoba Arrasate, que había anunciado unos meses atrás que no continuaría en Osasuna. Al técnico vasco se le ha extendido un contrato hasta 2027 con la idea de consolidarse definitivamente en Primera, donde el Mallorca jugará por cuarta campaña consecutiva. Ahora está por ver qué forma toma el proyecto durante el mercado de fichajes. Empieza una nueva era en Son Moix.