Esto es lo que hasta la fecha ha hecho el Mallorca de Jagoba Arrasate, que en las cuatro jornadas de Liga disputadas hasta la fecha ha recibido dos goles y ha metido otros tantos. Estas cifras, nada espectaculares, sin embargo han dado un más que aceptable rédito de 5 puntos, gracias sobre todo al gol de Dani Rodríguez en Leganés. De hecho, en las 31 campañas anteriores en las que el conjunto bermellón ha militado en la máxima categoría del fútbol español, sólo en una el Mallorca ha recibido menos de los dos goles encajados por Dominik Greif (contra Real Madrid y Osasuna en las dos primeras jornadas de Liga). En la campaña 1998-99, con Héctor Cúper en su segunda temporada en el banquillo bermellón, Carlos Roa mantuvo su portería imbatida en las cuatro primeras jornadas del campeonato. Ese año, comenzó la Liga empatando frente al Salamanca, venció 2-0 al Espanyol, arrancó los tres puntos de Anoeta en la jornada siguiente gracias a un gol de Marcelino, y en la Jornada 4 empató en el Lluís Sitjar frente al Oviedo. El centrocampista del Tenerife André Luiz fue quien en la quinta fecha rompía la imbatibilidad del arquero argentino, que ese año encajó sólo 29 goles en las 35 jornadas que disputó e hizo que por primera vez en su historia el portero del Mallorca fuera el Trofeo Zamora. Esos tres goles (los dos contra el Espanyol y el de frente a la Real) le sirvieron para lograr 8 puntos y ese gran inicio terminó con el Mallorca clasificado en la tercera posición, lo que era el mejor lugar en su historia en Primera.
Este ‘bronce’ en la Liga fue igualado en la campaña 2000-2001 con Luis Aragonés como entrenador, aunque el inicio del campeonato no presagiaba esta gran campaña ya que perdió tres de los cuatro primeros partidos y sólo logró sumar un punto en Son Moix frente al Valladolid. Sin embargo, por esas fechas, faltaban dos pilares del equipo como Albert Luque y Samuel Etoo que estaban participando con sus selecciones en los Juegos Olímpicos de Sidney. Y en las seis jornadas siguientes el equipo logró cinco victorias y un empate que le hicieron escalar muchas posiciones en la tabla. El Mallorca contó esa temporada por victorias las últimas cinco jornadas de Liga lo que le permitió terminar tercero y por delante del Barcelona.
Sólo en una temporada en Primera el Mallorca no logró ningún gol en estos primeros 360 minutos de campeonato. Fue en la temporada 1991/92 con Lorenzo Serra Ferrer en el banquillo. Empató sin goles en el Carlos Tartiere frente al Oviedo y perdió 0-2, 1-0 y 0-1 frente a Atlético de Madrid, Osasuna y Valencia, respectivamente. Ese mal inicio arrastró al equipo durante toda la temporada y el Mallorca acabó siendo colista y descendiendo a Segunda División, lo que viene a demostrar que un buen inicio como el de este año puede ser clave.
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