«Es una gran prueba y hay que estar preparado para afrontarla», analizó Nadal en rueda de prensa. «Será el partido más difícil de la semana», agregó en alusión a sus convincentes victorias sobre el argentino Juan Monaco y el finlandés Jarkko Nieminen.
El vigente campeón del torneo madrileño intuye «un partido igualado» y apostó por «la valentía, la intensidad y la agresividad» para batir a un rival que le planteará «momentos complicados».
«Berdych es un jugador muy peligroso en todas las superficies. Aquí, en altura, aún más. Es muy difícil romper su servicio», explicó el tenista español.
Para combatir las virtudes del sexto mejor jugador del mundo, Nadal confía en penalizar «lo que hace un poquito peor, que puede ser la movilidad». «Soy más fuerte que él en los desplazamientos», subrayó.
El otro gran objetivo del primer cabeza de serie será superar los cuartos de final del torneo, tras caer en esa ronda en Montecarlo y Barcelona, consecutivamente. «Esperemos que pueda pasar a semifinales», comentó.
La mejoría experimentada en su juego durante la primera hora de partido fue destacada por Nadal como el aspecto más positivo de su victoria sobre Nieminen, al que derrotó por 6-1 y 6-4, aunque la «pájara» sufrida en el tramo final, con errores que interrumpieron su «dinámica tan positiva», empañó su triunfo. «Perdí la oportunidad de terminar con buenas sensaciones», lamentó.
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