En cuanto a su amistad con ellos, el serbio admite que no tienen mucha relación. «No los veo. No los veo mucho. Pero en cuanto a la rivalidad que teníamos los tres… las rivalidades son eternas, creo. Es algo que deja una huella y un legado increíbles en este deporte. Algo que perdurará para siempre, algo de lo que estoy muy orgulloso. Y es que estoy muy contento de formar parte de ese grupo. Han sido una parte integral de mi éxito y de la historia que he hecho en este deporte. La rivalidad con ellos me ha dado fuerza como nada lo ha hecho a lo largo de mi carrera. Eso en lo que toca al tenis. Y en privado, si te soy sincero, hay altibajos».
El ganador de 24 Grand Slams, dos más que Nadal y cuatro más que Federer, habla también de su irrupción en el circuito. «Intento ser siempre respetuoso y amable con ellos fuera de la cancha. Pero al principio no tuve esa aceptación, porque salía a la pista diciendo y demostrando que tenía confianza en mí mismo y que quería ganar. Y no creo que eso les gustara a ninguno de los dos al principio. Sobre todo porque la mayoría de los jugadores salían a jugar contra ellos, no a ganar. Y a lo mejor se distanciaron un poco más de mi debido a esa postura tan confiada. Y eso está bien. Lo acepté tal cual. Entendí el mensaje, que era: somos rivales y nada más. Y para ser franco, es muy difícil hacerte amigo durante la temporada de juego. Para ser honesto, si eres el mayor rival y estás constantemente compitiendo, el número uno, el dos y el tres del mundo, pues ser cercano, salir a cenar y hacer viajes con la familia es bastante difícil».
Djokovic reconoce que Nadal ha sido el tenista más intimidante al que se ha enfrentado. «Era él, sin duda. Roger también tenía un aura enorme, por supuesto. Y antes de jugar contra él, lo sentías. Pero él lo hacía con más gracia, supongo. Me refiero a Nadal, porque todos compartimos vestuarios, así que ves a los jugadores calentando y demás. He visto en algún sitio que le preguntaron por eso y él dijo que no, que nunca lo había hecho para intimidar. Yo pensaba ‘bueno…, no estoy tan seguro’. Pero él era famoso por eso, por sprintar por los estrechos pasillos de los vestuarios, casi se llevaba a la gente por delante, gente que sale de repente del baño. Sí, quería hacer sentir su presencia. ¿Sabes? Física. Aquí estoy. Estoy saltando. Estoy listo para una batalla. Voy a ser físico contigo desde el principio. Desde el primer momento, vas a escuchar mis gruñidos. Y eso es muy intimidante para muchos jugadores. Y si no tienes confianza en ti mismo, si no tienes fe en ti mismo, si no tienes un plan de juego claro sobre lo que quieres hacer desde el principio, te va a comer vivo».
El tenista de Belgrado explica también que «cada uno ha tenido y tiene actualmente su propio camino en la vida y en el viaje. Y creo que, con Roger, las últimas veces que lo he visto, hablamos de la familia, de estar de viaje. Y en realidad me gustaría conectar más con ellos a un nivel más profundo. Realmente lo deseo. Si eso va a suceder o no, no sé si ellos comparten el mismo deseo o voluntad. Yo sí».
El campeón serbio también habla sobre Carlos Alcaraz. «La gente dice que nadie batirá nunca mis récords. Pero yo lo dudo. Quiero decir, Carlos podría ser el siguiente. Incluso Jannik. Si cuidan su cuerpo, si hacen las cosas de manera adecuada, si se centran en la longevidad, en el largo plazo, entonces pueden hacerlo», dice, pensando en particular en los cuatro Grand Slams que ya tiene Alcaraz a los 21 años. «Carlos ha hecho algo que nadie ha hecho en la historia siendo tan joven. Así que creo que él tiene todas las probabilidades. Creo que lo superará muy pronto», pero también matiza. «Él mismo lo ha dicho, quiere hacer historia. Quiere ser ‘el mejor de la historia’. Respeto ese tipo de mentalidad, en plan: ‘Oye, creo que tengo lo que hay que tener’. Pero quizá sea un poco pronto para pensar en la historia».
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Djokovic les distes un repaso no pinchandote la kakuna del virus político . El Al-Nadal Manacori que le gusta más un lingote de oro que al presi el Falcón se ha retratado solito.