Centrándonos en los proyectos turísticos, podemos apreciar que los altos estándares en calidad, los plazos ajustados y poco flexibles, la dificultad de asumir desviaciones de costes y la imprescindible sostenibilidad que debe regir todo el proceso constructivo, hacen que las empresas del sector de la construcción debamos buscar soluciones innovadoras que nos permitan responder a estos requisitos con la máxima eficiencia.
Para lograrlo, se deben volcar todas las fuerzas en innovar en cada una de las etapas del proceso constructivo. Ya sea en la fase de concepción del proyecto hotelero, como en su ejecución y en su posterior mantenimiento, para que el resultado final sea el más competitivo posible.
Durante la concepción del proyecto hotelero, herramientas como la digitalización de las instalaciones existentes permiten monitorizar por completo su funcionamiento. Tecnologías como el big data y el machine learning nos permiten analizar y definir soluciones que optimicen su uso de recursos (agua, energía, suministros...) y reduzcan a su vez la generación de residuos. Estas mismas herramientas nos permiten además definir los nuevos proyectos hoteleros de forma óptima gracias a la cantidad de datos que se obtienen del análisis de hoteles similares en funcionamiento.
En fase de ingeniería, herramientas como el BIM (Building Information Modeling) nos permiten definir con exactitud y en 3D todas las instalaciones de un proyecto hotelero, identificando posibles conflictos entre las propias instalaciones y con el resto de elementos estructurales y arquitectónicos del proyecto, optimizando así el diseño, minimizando los costes y las futuras desviaciones durante la ejecución de las obras.
Una vez empezamos la ejecución de las obras, el mismo BIM nos permite realizar su planificación y su seguimiento con ayuda adicional de otras herramientas tecnológicas como son: la supervisión en tiempo real con dispositivos móviles, la gestión y almacenamiento de datos del proyecto en la nube, el seguimiento logístico de las compras y el control del almacén mediante software especializado.
Asimismo, la necesidad de reducir los trabajos hechos in situ durante la ejecución de proyectos y los plazos tan ajustados hacen imprescindible innovar en la industrialización del proceso constructivo maximizando la prefabricación de elementos constructivos. Desde el premontaje de equipos para su instalación en obra tipo plug & play, pasando por la prefabricación de baños completos y llegando incluso hasta la prefabricación total de habitaciones de hotel y de edificios auxiliares.
Esa industrialización permite no solamente minimizar los trabajos hechos in situ y mejorar los plazos de ejecución, sino que además emplea mano de obra de mayor cualificación, reduce el riesgo por accidentes en obra, garantiza la calidad adecuada, consume menos energía (que además puede provenir de fuentes renovables de autoconsumo) y optimiza la generación y valorización de residuos. Por tanto, no sólo hace que el proceso constructivo sea óptimo, sino que además lo hace más sostenible social y medioambientalmente.
Por último, en la fase de operación y mantenimiento de un proyecto hotelero, se combinan las tecnologías innovadoras mencionadas en las fases anteriores dado que la completa digitalización de instalaciones y la monitorización en tiempo real de su estado y de las acciones en curso permiten optimizar el uso de recursos, realizar un mantenimiento preventivo y correctivo adecuado y tomar las decisiones de actuación correctas en el momento preciso.
Claramente se puede concluir, en base a lo anterior, que la innovación en la construcción hotelera es una realidad hoy día y que consigue mejorar la competitividad tanto de las empresas que participan en dicha construcción como de los propietarios y operadores de dichos activos hoteleros. Por ello, desde Estel, nos esforzamos en continuar con esa innovación para tener un sector de la construcción y turístico cada vez más competitivo y, a la vez, sostenible a medio y largo plazo.l