El hecho de ser una comunidad con unas condiciones climáticas benignas han restado urgencia a las mejoras energéticas.
El parque de viviendas de Balears está entre los más envejecidos de España, lo cual hace que sus casas sean las menos eficientes energéticamente y, por tanto, las más contaminantes.
Solo Canarias presenta peores cifras. Según datos del Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE), de las 125.650 edificaciones baleares incluidas en el registro, un total de 54.385 -el 43,3 %- cuenta con las dos calificaciones energéticas más bajas, la F y la G (que equivalen a un suspenso en eficiencia energética).
Canarias es la única comunidad que cuenta con un porcentaje mayor que el balear: un 63,8 %. La media estatal de edificios con las dos peores calificaciones está muy alejada de esos porcentajes: no alcanza el 27 %. Los porcentajes baleares en el caso de las edificaciones de nueva construcción son significativamente más positivos: menos del 2 % tiene las calificaciones más bajas, situándose, esta vez sí, cerca de la media estatal.
Por otro lado, la falta en las Islas de adecuaciones relacionadas con la eficiencia energética no solo están relacionadas con un parque inmobiliario alzado en su mayoría en los años 70 y 80.