Joan Cerdà, presidente de la demarcación de Mallorca del Col·legi Oficial d'Arquitectes de les Illes Balears, acerca su visión sobre la situación actual del sector de la arquitectura, marcado por la incertidumbre existente actualmente a todos los nivles y por las políticas de sostenibilidad.
¿En qué situación se encuentra la arquitectura balear y, más concretamente, la mallorquina?
En estos momentos Balears y Mallorca cuentan con muy buenos profesionales que realizan una arquitectura de calidad. Hay toda una serie de despachos que ya tienen un recorrido profesional demostrado así como un gran número de despacho más jóvenes que se abren paso de forma firme. En ambos casos hablamos de profesionales que realizan una arquitectura de calidad y comprometida con la sociedad, que en muchos casos ha sido premiada y reconocida tanto dentro como fuera de las islas, además de obtener éxitos en concursos de arquitectura así como en reconocimiento a su obra en numerosas publicaciones especializadas. Tampoco podemos olvidar los arquitectos nacidos aquí que profesionalmente desarrollan su actividad mayoritariamente fuera de las islas, pero que también dejan su sello de calidad en las intervenciones que aquí realizan.
Actualmente, a nivel de expectativas profesionales, la incertidumbre que existe a todos los niveles se traslada también a nuestro campo generando dudas sobre su evolución futura. Los próximos meses determinarán el sentido de la misma y su impacto sobre nuestra actividad, especialmente en lo que se refiere a los encargos de obra nueva o de rehabilitación, que es donde más se deberá incidir. Es por ello que reclamamos a las administraciones que agilicen los trámites de concesión de licencias así como las gestiones asociadas al proceso constructivo para no caer en el riesgo de paralización del sector, así como que fomenten la creación de vivienda asequible, tanto pública como privada, para dar solución al grave problema habitacional que presentan las islas.
Cabe recordar que vivimos en el período de menor creación de vivienda nueva de nuestra historia reciente que tampoco es compensada por un aumento de vivienda reformada o por un incremento de VPO. Vale la pena señalar que la pandemia no ha creado el problema de la vivienda plurifamiliar, ya existía. Un dato importante a destacar también es que la construcción nueva proyectada se centra principalmente en la unifamiliar con presupuestos y superficies mayores que en ejercicios anteriores.
¿Cuáles son los principales problemas o trabas que se encuentra el sector en estos momentos?
El principal problema con el que nos encontramos es el retraso en la concesión de licencias. Este es un problema crónico que desde el COAIB estamos intentando aportar soluciones a través de la firma de convenios concretos con las administraciones para la agilización de dichos trámites.
Además, y de forma coyuntural, entre los principales factores que pueden influir en la actividad, destacaría el aumento de los costes de la construcción y los efectos derivados del aumento de la inflación. Según el MITMA, el precio de materiales para construcción residencial se habría incrementado en 2021 el 8,6%, por encima de la variación del IPC. Esto ha hecho que los márgenes de las empresas se reduzcan además de una falta de disponibilidad de mano de obra.
Cuando a un arquitecto le llega un encargo el proceso burocrático y normativo supera el creativo. Los cambios legislativos y normativos derivan en largos procesos que pueden llegar a provocar muchos problemas hasta ver finalizada la obra.
Para estimular el aumento de la obra nueva, serían factores clave un estancamiento o bajada de los costes de mano de obra y materiales de construcción, facilidades en la financiación de proyectos y el aumento de la capacidad de encargo de los clientes públicos y/o privados. Todo esto acompañado por una simplificación de normativas e impulsar la administración digital reduciendo tiempo en la tramitación de licencias con la máxima seguridad jurídica
¿Hay un antes y un después en la arquitectura a raíz de la pandemia provocada por la COVID?
La pandemia puso en evidencia la importancia de la calidad de los espacios que habitamos. Tuvimos que pasar más tiempo en nuestras viviendas y fuimos más conscientes, si cabe, de la necesidad de tener un espacio vital en condiciones. Un buen entorno construido y la buena arquitectura va acorde con la protección de nuestra salud y la del medio en el que vivimos.
Es necesario y positivo a la vez, abordar la crisis como una oportunidad para darse cuenta de lo que necesita mejorar. Una lección de flexibilidad y fortaleza que puede ser determinante para abordar la crisis social y económica derivada de la COVID-19 y al mismo tiempo hacer frente a los retos que teníamos ya antes de la pandemia.
Ajustarse a un desarrollo sostenible marca la actividad de cualquier sector ¿cómo se avanza en materia de sostenibilidad en la arquitectura?
En los últimos años, se han ido consolidando en el marco de estrategias globales y agendas internacionales medidas encaminadas a dar respuesta a la carencia de vivienda a precios accesibles vinculada a la necesidad de renovación tanto funcional como energética del parque existente. Es necesario impulsar la rehabilitación, renovación y regeneración urbana incorporando mejoras en la accesibilidad, su adaptación a nuevas formas de vida, trabajo y ocio, adaptando los espacios tanto públicos como privados a la población progresivamente envejecida ya factores de salud.
Los proyectos deben ser integrales en barrios y edificios tanto de titularidad pública como privada incorporando nuevas tecnologías y materiales que tengan en cuenta el ciclo de vida del edificio, el consumo de recursos y la economía circular.
En definitiva, los arquitectos debemos abordar la importancia de la salud y la sostenibilidad como factores determinantes del bienestar en nuestros pueblos y ciudades, y su estrecha vinculación con la calidad del entorno construido a todas las escalas: desde el diseño, la conservación, la accesibilidad y la funcionalidad de nuestras viviendas hasta la planificación y la renaturalización de los entornos urbanos, incluyendo un modelo de movilidad alternativo al actual.
¿Cuáles son las premisas que se deben cumplir de forma imprescindible en un proyecto para cumplir con las normativas de sostenibilidad que marca la ley?
Principalmente se tienen que cumplir dos normativas básicas. Una de ellas es la Ley de Cambio Climático, a nivel autonómico, y la otra es el Código Técnico que es estatal. Las dos confluyen en garantizar que el consumo de energía del edificio sea casi nulo.