Perfume's Club ha sido una empresa pionera en el mundo de la digitalización y la venta por internet que ha logrado un gran éxito con su proyecto, tanto que fue merecedora del premio eCommerce a la Mejor Tienda de Venta de Producto Online en 2011. Gerardo Cañellas, CEO de Perfume's Club y Nova Engel, estuvo presente en el webinar que organizó Ultima Hora para aportar su experiencia y conocimiento sobre este modelo de negocio.
— Perfume's Club lleva más de diez años en la venta online de sus productos ¿qué le recomendaría a una empresa que quiere iniciarse en este tipo de comercialización digital?
— Llevamos concretamente 12 años activos, y el mercado ha cambiado mucho desde que iniciamos nuestra actividad. Hoy en día, las recomendaciones que podría dar distan mucho de las que daría en nuestros inicios, cuando los retos eran totalmente diferentes. Cuando empezamos, el canal online se encontraba en una etapa de desarrollo muy inicial: en aquella época, la idea contaba el 80% y el trabajo para ejecutarla el 20%. Después, el trabajo y el esfuerzo pasaron a ser lo más importante, y la idea quedó en un segundo plano. Ahora lo más importante es la competencia que se vive en prácticamente todos los sectores, por lo que es importante, no solo tener un buen plan y contar con herramientas para desarrollarlo, sino ejecutarlo mejor que el resto. La mejora continua de procesos y evolución del modelo de negocio son clave para mantener el éxito.
— Son poseedores del premio eCommerce a la Mejor Tienda de Venta de Producto Online en 2011. ¿Qué pasos les han llevado a conseguir reconocimientos como este?
— Hemos ganado diversos premios a lo largo de nuestra trayectoria y esperamos que vengan muchos más. Por ejemplo, este 2021 acabamos de recibir el galardón Webshop Award 'Portugal's Best Store' a la mejor tienda online de Perfumería y Cosmética, o recientemente nombrados por el expansión como una de la mejores estrategias desarrolladas para una startup. La lucha diaria por mejorar y la búsqueda de nuevas oportunidades en nuestro sector son los factores que nos están permitiendo competir con los grandes de nuestra industria a pesar de ser una empresa familiar. No gana el más fuerte, sino el que mejor sabe detectar oportunidades y aprovecharlas rápido y con éxito.
— La pandemia ha provocado un salto importante en cuestiones que se veían lejanas como el teletrabajo, ¿cree que ha ocurrido lo mismo con el comercio online?
— Sin duda. La penetración online en el total de comercio minorista de perfumería se ha duplicado debido a la pandemia, pero solo ha acelerado lo que ya estaba claro que iba a suceder tarde o temprano. Hemos pasado de comprar un 7% en internet a un 12%, y en momentos de confinamiento incluso hemos doblado esta cifra. Sin embargo, aún seguimos estando lejos de otros mercados como Francia, Reino Unido o Alemania, cuya cuota de participación es a día de hoy el doble o el triple que la de España. Quizá por nuestro carácter latino preferimos salir a comprar a la calle, pero en las economías más desarrolladas la gran participación es ya online.
— En el día a día, ¿cuáles son los principales retos a los que se enfrenta su empresa en cuanto a la venta online? ¿Y en los inicios de Perfumes Club?
— No hay que olvidar que nosotros somos distribuidores y, por tanto, puros intermediarios. Y hay quién nos llama «males necesarios». ¿Seremos algún día más «necesarios» que «males»? Ese es el reto al que nos enfrentamos: el de ensalzar el valor que aportamos a nuestras marcas en la distribución. Nuestra apuesta por satisfacer las necesidades de nuestro consumidor también es un gran reto que nos obliga a superarnos cada día. Al inicio, nuestros retos se basaban en poder entender el negocio y generar la mayor brecha posible respecto a nuestros futuros competidores, los cuales sabíamos que acabarían llegando. Pero queríamos que para entonces nuestra posición fuera la de dominantes en este sector. El comercio evoluciona muy rápido y debemos ser ágiles en implementar los nuevos modelos que inevitablemente irán sobreponiéndose a los anteriores con el fin de estar a la altura de la exigencia de los consumidores.