Quienes han superado un infarto de miocardio y sufren de una insuficiencia cardíaca (IC) pueden volver a tener relaciones sexuales». Así de rotunda es Yolanda Guijarro, enfermera responsable de la Unidad de Insuficiencia Cardíaca (UIC) de Juaneda Hospitales, rompiendo «un tabú del que nadie quiere o le cuesta mucho hablar».
Incorporar una serie de consejos y protocolos para que los pacientes pierdan sus temores y sepan cómo recuperar su vida sexual de antes de la enfermedad es una de las grandes novedades que la responsable de la Unidad de Insuficiencia Cardíaca de Juaneda Hospitales ha introducido para ofrecer una mayor calidad de vida a quienes tiene a su cuidado.
«Muchos de nuestros pacientes son aún jóvenes para renunciar a las relaciones sexuales, personas de 50, 60 o hasta de 70 años, que mantenían esta actividad antes de la enfermedad y que vienen a la consulta con sus parejas», explica la enfermera. Y añade: «Y es un tema tabú, del que no se habla… pero no, es un tema del que se tiene que hablar». «Las relaciones sexuales —enfatiza Yolanda Guijarro— es algo muy importante para la persona, para el funcionamiento de la pareja y para la estabilidad de la familia» y es por todo ello que «ya estoy introduciendo este tema en la consulta, les pregunto si tienen relaciones, si sufren algún tipo de miedo, que es el gran problema de muchas parejas». «La mujer, en ocasiones también el hombre, pero con mayor frecuencia la mujer, tiene miedo de que a su pareja, que sufre insuficiencia cardíaca, le pueda pasar algo durante las relaciones sexuales, dado que es una actividad en la que el corazón se agita. Estamos empezando a trabajar en decirles a estas personas que no tiene por qué pasar nada».
Explica Yolanda Guijarro que con IC «se pueden mantener relaciones sexuales, con cierto cuidado» y que «hay una serie de posturas que no tienen por qué afectar para nada ni generar fatiga a la persona con insuficiencia cardíaca, de modo que podrá tener una vida sexual plena y eso, en quienes aún son relativamente jóvenes, es algo muy importante».
Para facilitar la recuperación de la vida sexual a este colectivo de enfermos, a su paso por la Unidad de Insuficiencia Cardíaca se les entrega y explica un dossier con información al respecto, con las medidas y consejos que deben poner en práctica para volver a mantener estas relaciones en unas condiciones idóneas de preservación de su salud y sin riesgos.
Este dossier comienza llevando al paciente de IC a preguntarse «¿por qué es necesario hablar sobre la sexualidad en la insuficiencia cardiaca?» Y se le recuerda que «el estrés, la depresión y la ansiedad son emociones comunes en pacientes con enfermedades cardiovasculares y están asociadas a un mayor riesgo de problemas sexuales». También se enfatiza que «la salud sexual es una preocupación importante en la calidad de vida de los pacientes y sus parejas» y se señala que los síntomas de la enfermedad cardiovascular, como el dolor en el pecho, la falta de respiración y la sensación de fatiga pueden interferir en sus relaciones sexuales e impedir que se disfruten.
Tener otras condiciones de salud, como diabetes, o sufrir efectos secundarios de los tratamientos para la insuficiencia cardiaca «también pueden alterar su actividad sexual, por lo que preocuparse por su vida sexual es normal», añade el documento que se entrega animando a que pese a todo ello, «¡no se sienta cohibido/a y consulte a su equipo médico!»
Entre las recomendaciones para una vida sexual saludable, en el documento que la Unidad de Insuficiencia Cardíaca de Juaneda Hospitales ha realizado en colaboración con la farmacéutica Novartis, se explica que con un paciente con IC, deberá evitar actividades agotadoras y que es probable que tenga que en modificar en algo su actividad sexual.
Las cinco medidas de seguridad a tener en cuenta comienzan por la indicación de no mantener relaciones sexuales si se siente enfermo/a, tiene disnea intensa o presenta dolor en el tórax y por la recomendación de elegir un momento para practicar el sexo en el que el o la paciente se encuentre descansado/a, relajado/a y sin presiones. En tercer lugar, hay que practicar el sexo en una habitación cómoda y familiar, que no sea ni muy fría ni muy caliente, y donde no puedan interrumpirle. Se aconseja evitar relaciones sexuales justo después de una comida copiosa o de beber alcohol en exceso, así como realizar ejercicio físico, adaptado a sus posibilidades, para mejorar su capacidad sexual.
Es vital «la comunicación con su pareja, comprender los intereses y preocupaciones sexuales de cada uno, lo que les permitirá desarrollar un plan de acción que cubra sus necesidades afectivas. Si usted o su pareja experimentan dificultades sexuales, hable con su médico sobre sus preocupaciones. La vuelta a la intimidad puede ser un proceso lento. Afronten este problema como pareja e intenten estar abiertos a nuevas ideas y experiencias».