Sin embargo, si durante las fiestas se han producido esos excesos o ya se venía de antes con conductas poco saludables en lo que se refiere a la alimentación, ahora es el momento, el de los famosos buenos propósitos de año nuevo, no para simplemente adelgazar, como destaca la nutricionista, sino para adquirir una educación nutricional.
Y eso ha de hacerse de la mano de un profesional. Alejandra Pou es dietista-nutricionista graduada por la Universidad CEU San Pablo (Madrid), con experiencia en hospitales, colegios, restauración y en consultas privadas y con formación complementaria en nutrición clínica, infantil y de la mujer.
«La buena alimentación —explica— empieza en casa y de ahí nos vamos al supermercado, donde la elección de los alimentos es ya una buena base para implementar una alimentación saludable y equilibrada. Lo que no se compra, no se come. Si quieres disminuir los azúcares, no compres helado, galletas, magdalena: serán una tentación.»
Como alternativa, tal como lo explica la nutricionista, «hay que comprar fruta y verdura, de temporada y variada, pescado y legumbres». «Las legumbres —continúa la nutricionista— se componen de hidratos de carbono y de proteína vegetal que sacia debido a su contenido en fibra. Se pueden comprar ya cocidas y son rápidas de preparar.»
También es importante, explica Alejandra Pou, «entender bien los etiquetados, saber que el enunciado de los ingredientes van siempre de mayor a menor cantidad, de modo que si vemos en la etiqueta que el primer ingrediente es ya azúcar, aceite de girasol o harinas refinadas , debemos disminuir o evitar ese producto.»
Otra de las pautas que ofrece la nutricionista de Juaneda Hospitales es organizar el menú: «Es importante organizarse un buen menú semanal, saber lo que vamos a comer cada día. Incluir en esa programación que haya verduras en los platos. Es importante que haya colores. No hay que contar calorías, sino que hay que contar diferentes colores.»
En este sentido, Alejandra Pou enfatiza que un plato será más equilibrado y saludable cuantos más colores se vean en él: «Hay que ver colores como el rojo, el verde, el amarillo, y el naranja», aunque «también es importante para completar una buena nutrición, tener un buen descanso, evitar el estrés constante y ser activos.»
Es por ello importante, que «hay que elegir la práctica de un deporte que a uno le guste. No hay que ir, por ejemplo, al gimnasio, si a uno no le gusta. Podemos movernos paseando, hacer pádel, tenis, etcétera. Hay tantos deportes que uno puede elegir el que más le guste», siempre, naturalmente, con consejo profesional.
Alejandra Pou destaca que, en cualquier caso, a la consulta de estos profesionales sanitarios no se ha de ir con intención de solo adelgazar, que es lo que muchas personas querrán, probablemente, después de los festines navideños o poco antes del verano, con la errónea «operación bikini» de cada año, ni de perder peso como único objetivo:
«Lo principal es dar educación nutricional. Establecer unos hábitos. Quien viene a la consulta del nutricionista no es ni para prohibirse alimentos, ni para pasar hambre, ni para hacer dietas restrictivas, sino para cambiar hábitos y también para aprender a leer los etiquetados, ya que muchas veces la industria alimentaria nos intenta engañar.»