Tos, pérdida de olfato y gusto, pérdida de la capacidad pulmonar o manifestaciones dermatológicas son algunos de los síntomas o secuelas que puede dejar el coronavirus en el paciente que lo ha pasado. Pero además de estas complicaciones consideradas frecuentes, hay otras, que aun siendo poco habituales, se están observando en pacientes infectados por el SARS-CoV-2, como la caída excesiva del cabello.
La pérdida de pelo se ha convertido en una sorprendente secuela de la pandemia, lo que se conoce como efluvio telógeno agudo. «En el último año, en la Unidad de Tricología y Trasplante Capilar de Juaneda Hospitales, hemos atendido un gran número de pacientes con problemas capilares relacionados con la infección por SARS-CoV-2», explica el Dr. José María Mir, responsable de este servicio especializado en prevenir y solucionar la alopecia.
El caso más frecuente, es el de «pacientes que después de pasar el Covid-19 han experimentado una caída de cabello muy importante. A pesar de ser una pérdida muy llamativa y que alarma a quienes la experimentan, suele ser reversible, consiguiéndose en la mayoría de casos una recuperación completa en tres o seis meses», según explica el Dr. José María Mir, responsable de esta unidad con el también dermatólogo, Dr. Joan Mir.
En un principio, añade el Dr. Joan Mir «este proceso se asociaba a cuadros de infección graves, pero hemos detectado múltiples casos de efluvio telógeno en pacientes que habían sufrido cuadros leves o incluso asintomáticos. Es por ello, que antes de iniciar un tratamiento, realizamos una serología a los pacientes que acuden con un efluvio telógeno intenso si no hay ninguna causa aparente que lo explique».
Las causas de esta patología, explica el Dr. Joan Mir, «son múltiples. Sin embargo, una de las más frecuentes son las infecciones en general, por casi cualquier microorganismo, lo que explica que con el Covid-19 algunos pacientes también desarrollen este cuadro. El virus causa una inflamación celular global que se manifiesta en forma de caída exagerada de cabello, lo que se suele iniciar de forma súbita, unos dos meses después del desarrollo de la enfermedad».
El pronóstico es bueno en la mayoría de casos. El Dr. Mir explica: «aunque la recuperación suele ser completa, el proceso puede alargarse durante meses. Hay que informar al paciente de la probable cronología del proceso para minimizar la preocupación y la ansiedad provocada por la caída. Para acortar el proceso utilizamos diferentes tratamientos, como vitaminas orales, mesoterapia, infiltraciones de plasma rico en plaquetas, entro otros».
La pérdida de cabello no es solo una afección dermatológica cosmética, tiene un impacto emocional importante. «La caída del cabello es muy impactante. Además de los casos de efluvio telógeno provocado por el covid, existen muchos otros motivos por los que una persona pierde el cabello. Existen más de cien tipos de alopecia que afectan tanto a hombres como a mujeres”, señala el Dr. José María Mir.
Y añade: «ante cualquier aumento en la pérdida de cabello, nuestra recomendación es que hay que acudir a un dermatólogo especialista en patología capilar para poder frenarla y revertir la situación. Nuestro objetivo es parar esa caída y recuperar el cabello con todos los tratamientos y procedimientos de los que disponemos, desde tratamientos farmacológicos a injertos capilares, en aquellos casos de alopecia androgenética».