El Servicio de Aparato Digestivo, en coordinación con la Unidad de Cirugía Plástica de Juaneda Hospitales, desarrolla un procedimiento mínimamente invasivo para paliar la obesidad en casos avanzados. Se trata de la endomanga gástrica, un sistema de reducción del volumen del estómago que lidera la Dra. Esmeralda Rubio, especialista en digestivo.
«La endomanga gástrica —explica la Dra. Rubio— es una reducción de estómago por vía endoscópica. Se hace mediante una gastroscopia convencional, es decir, una exploración o intervención en el estómago utilizando un tubo flexible y delgado que se introduce por la boca. Por este procedimiento se realiza una reducción del estómago desde dentro».
El acceso por este medio evita la necesidad de herida quirúrgica y con ello los puntos y la cicatrización. El paciente entra en el hospital por la mañana y se va por la tarde, a lo sumo al día siguiente, tras despertar de la intervención y controlar los primeros y mínimos efectos secundarios. Al día siguiente puede reincorporarse a su ritmo habitual de vida.
«Accediendo al estómago mediante el mencionado tubo se realizan una serie de pliegues sujetos con suturas independientes que reducen el volumen del estómago al 40%», describe la Dra. Rubio, y añade: «Así, el paciente siente menos hambre, se llena antes y tarda más en hacer la digestión, con lo que, además, se tarda más en volver a tener ganas de comer».
El tratamiento va más allá de la intervención. No basta con la reducción del estómago para garantizar la solución de un problema de obesidad avanzado. En este servicio que ofrece Juaneda Hospitales participa, junto a la Dra. Rubio, un equipo multidisciplinar, con una nutricionista encargada del proceso posterior a la intervención: «No basta con dejar el estómago reducido. El paciente necesita que le informen sobre qué tiene que comer y en qué cantidades, una reeducación de sus hábitos para no volver a desarrollar obesidad en el futuro, etapa ésta de la que se encarga una nutricionista», detalla la Dra. Rubio, ya que «de hecho, el seguimiento de todo el proceso dura dos años».
«Este periodo puede parecer largo como reto a afrontar por parte del paciente, aunque no es así, ya que «al tener el estómago con un tamaño más reducido, la reeducación es más sencilla ya que el paciente no tendrá tanta hambre ni ansiedad por la comida», explica la Dra. Esmeralda Rubio, especialista en aparato digestivo de Juaneda Hospitales.
La endomanga gástrica es un procedimiento indicado para obesidades medias, en pacientes con un índice de masa corporal (o IMC, es decir, el peso de una persona en kilos, dividido por el cuadrado de la estatura en metros) de hasta 40 kilos, o de 45 en quienes rechacen la cirugía abierta. El candidato prototipo sería alguien que ha de perder 30 o 40 kilos.
Con esta operación la recuperación es rápida y fácil: «Se trata —enfatiza la Dra. Rubio— de una intervención a la que denominamos 'cirugía mínimamente invasiva', aunque casi ni entra en la categoría de cirugía, con lo cual no hay curas, ni cuidados post operatorios y el paciente puede estar haciendo una vida prácticamente normal el día después.»
Pese a que normalmente no es necesario, al paciente se le da la opción de quedarse a dormir en el hospital tras la intervención, «no porque vaya a haber problemas, sino porque puede presentar alguna duda sobre lo que siente, que aquí podremos explicarle de un modo más claro y directo. Esta permanencia es estrictamente voluntaria».