«La intención es que los vecinos conozcan el centro, totalmente renovado desde hace dos años, y que los pacientes del centro de día hagan también actividades», ha señalado. A quienes se han ido acercando se les ha ofrecido cogerles una muestra de sangre capilar con la que se mide el nivel de colesterol, glucosa y ácido úrico y revisar el ritmo cardiaco y la tensión arterial. «Con estos parámetros se valora la edad cardiovascular y el riesgo de padecer enfermedades», ha añadido Torrebella. «En caso de detectar algún parámetro que se salga de lo normal la doctora realiza sus recomendaciones o te deriva».
Ésta es la primera edición de un proyecto que promete repetirse en colaboración con los ayuntamientos que así lo quieran. «Es una especie de puertas abiertas», ha incidido y la intención es poder copiar el modelo con prevención de todo tipo, «de cara al verano haremos lo mismo con la piel».
El objetivo es, sobre todo, «ayudar a la gente», y ha tenido su respuesta, decenas de personas han esperado su turno. Ángeles Pradas ha aprovechado que tenía unas pruebas en el hospital y «de paso me hago estos controles», ha explicado porque «no está de más». Respecto a la iniciativa, «es muy buena, ya ves cómo está esto de lleno».
Esperando su turno estaba Rafael Ropero, usuario de un programa de Gente Mayor de Cruz Roja al que avisaron ya en un día de taller. Con 63 años,ha remarcado la importancia de hacerse revisiones de forma asidua, «en mi caso tuve un ictus y ya estoy tocado», ha confesado.
La carpa de salud es una iniciativa de este centro integrado en la red hospitalaria pública de Baleares para concienciar de la importancia de controlar los factores de riesgo.