A veces, bastan pequeñas precauciones a tener en cuenta válidas para todas las empresas, pero sobre todo para las pymes. Cambiar las contraseñas de seguridad periódicamente y asegurarse de que éstas sean de calidad son pasos sencillos que pueden ahorrarnos algún susto; tampoco hay que guardarlas de forma física. Otra buena opción es diseñar un protocolo para el buen uso de la Red o delegar la gestión de la misma en un especialista. Es importante controlar las operaciones que no se realicen en el horario habitual de la empresa, ya que puede ser indicio de que alguien está invadiendo el sistema. Por otro lado, las copias de seguridad deben estar siempre a la orden del día.
En el caso de las grandes compañías las medidas a adoptar deberían ser más rigurosas y complejas. Es impensable que una empresa de este semblante no confíe la seguridad informática de su entorno a un responsable cualificado; entre otras labores, deberá llevar a cabo una constante actualización del software. En momentos puntuales, como reparaciones, mantenimiento o instalaciones, personal externo a la empresa puede tener acceso a equipos informáticos de ésta, por lo que habrá que tener especial cuidado en estos casos.
Pestillo digital
Además de las medidas preventivas que podamos adoptar personalmente, existen herramientas creadas específicamente para la protección de datos y la seguridad informática de las empresas. Latch, el ‘pestillo digital’, nació el año pasado con el objetivo de evitar el robo de identidades en la red, un problema que cada vez preocupa más tanto a empresas como a particulares. Se trata de un servicio móvil que permite agregar un nivel extra de seguridad a las cuentas y servicios on-line; proporciona al usuario la capacidad de desconectar sus cuentas con un solo toque cuando no las esté usando, ayudando de esta forma a evitar usos no autorizados. Eleven Paths fue la encargada de desarrollar esta solución tecnológica. Con Latch nadie puede acceder a los servicios de las personas cuando estén apagados; la aplicación es gratuita para el cliente y puede integrarse en los sistemas de seguridad de las empresas (a día de hoy ya son muchas las que lo han adoptado), envía una alerta cada vez que detecta que alguien trata de acceder a uno de los servicios que se tienen desconectados.
Por otro lado, en su apuesta por la ciberseguridad, este verano Telefónica ha lanzado Sinfonier, un entorno de trabajo colaborativo en ciberseguridad que facilita a desarrolladores e investigadores del ámbito de la seguridad la creación de su propia inteligencia digital. Supone una nueva vía de comunicación entre organismos, compañías y especialistas en ciberseguridad en un entorno de trabajo colaborativo orientado a mejorar la inteligencia aplicada a las fuentes de datos de seguridad. Gracias a Sinfonier los usuarios podrán recolectar información de un amplio rango de fuentes, procesarla y enriquecerla de forma continua y dinámica.