Modelos tridimensionales de una de las marcas de mordedura de Pachycrocuta analizada en este trabajo | SCIENCE BULLETIN

TW
0

Un equipo internacional de científicos del 'ProyectORCE', liderado por las universidades de Granada, Complutense de Madrid y Salamanca, ha descrito por primera vez mediante técnicas de Inteligencia Artificial la forma de las marcas de mordedura de un tipo de hiena que vivió en Orce (Granada) hace 1,6 millones de años.

Su trabajo, publicado en la prestigiosa revista Science Bulletin, demuestra que la Inteligencia Artificial es una herramienta muy eficaz para conocer qué especies de carnívoros extintos mordieron los huesos fósiles encontrados en yacimientos paleontológicos.

En concreto, esta investigación se ha centrado en las marcas de mordedura producidas por la hiena Pachycrocuta brevirostris halladas en el yacimiento de Venta Micena, en la localidad de Orce, estableciendo, por primera vez, el patrón de las huellas de dientes de una especie extinta.

Orce está incluida en la cuenca de Guadix-Baza, una de las zonas con mayor potencial arqueopalentológico del Pleistoceno Inferior europeo y las investigaciones realizadas desde 1982 han permitido obtener un amplio registro de grandes vertebrados de hace aproximadamente 1,5 millones de años.

Entre los veinte yacimientos con presencia de mamíferos destacan tres: Venta Micena, cuya cronología es de 1,6 millones de años; Barranco León, el lugar con presencia humana más antigua de Europa occidental (1,46 millones de años), donde se ha encontrado un diente humano infantil junto con una gran cantidad de herramientas líticas talladas; y Fuente Nueva 3 (1,2 millones de años) donde los útiles humanos son también muy abundantes.

Paisaje

Hace más de un millón de años el paisaje de Orce era muy diferente al actual, pues un gran lago salino dominaba la parte noreste de la cuenca de Guadix-Baza. Sin embargo, los periodos de regresión (reducción del tamaño) de ese lago fueron fundamentales para la presencia de grandes vertebrados porque propiciaba la aparición de múltiples lagunas de agua subterránea, charcas y pozas.

Venta Micena fue, hace 1,6 millones de años, una de esas lagunas de agua dulce y hasta allí acudía la rica fauna que habitaba esta zona a saciar su sed y su hambre, lo que lo convirtió en un lugar donde se desarrollaba el juego de la vida y la muerte. La vegetación también era muy diferente, con mayor presencia de árboles en un clima de tipo mediterráneo.

Una de las características de ciertos carnívoros es que, durante el proceso de consumo de los cadáveres de los que se alimentan, dejan accidentalmente marcas de dientes que estarán más presentes cuanto más apuren la carne o si fracturan los huesos para obtener la médula ósea.

Así las cosas, un gran reto de la investigación ha sido distinguir qué carnívoro ha mordido qué hueso y "para resolver este problema, lo primero que hay que hacer es crear una base de datos de marcas de dientes de las especies actuales. En concreto, de aquellas especies que tienen análogos extintos presentes en Orce".

En este caso, leones, perros salvajes (licaones), zorros, lobos, leopardos, jaguares y hienas. Sin embargo, a pesar de las evidentes diferencias entre las especies mencionadas, es difícil distinguir visualmente a qué especie pertenece cada una de las marcas de mordedura que dejan sobre los huesos.

La novedad de este estudio reside en la capacidad que presenta el modelo desarrollado por sus autores para caracterizar, por primera vez, las marcas de los dientes de los carnívoros extintos. Para ello, han utilizado un robusto protocolo computacional basado en la Morfometría Geométrica 3D y la Inteligencia Artificial.