La consejera de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo, Rocío Blanco, ha resaltado «el clima de confianza» que el Gobierno andaluz ha generado en la comunidad en los últimos años, dejando de ser «un infierno fiscal», aunque ha reconocido que «tampoco hay que ser un paraíso fiscal», porque se trata de que «haya más personas que paguen, pero que se pague menos».
«Lo que no se puede hacer ahora es asfixiar a la empresa y a los autónomos con impuestos, porque en nada beneficia a esa confianza que necesitan los inversores», ha resaltado la consejera en una entrevista concedida a Europa Press.
En este sentido, ha apuntado que la comunidad estaba «en los sistemas impositivos en los ránkings más altos, y, después de esto, está en el número cinco», para insistir en que «se ha pasado de asfixiar a los ciudadanos a dejarles vivir».
En este sentido, ha incidido en que, en Andalucía, «se ha creado un clima de confianza, con una estabilidad institucional, una reducción de trabas burocráticas, una simplificación administrativa y cero corrupción», todo lo cual hace que los inversores entiendan que «es un sitio propicio para invertir».
Al hilo de esto, ha recordado que son «las empresas y los autónomos los que crean empleo; no es la Administración, que lo que tiene que hacer es no molestar y crear las condiciones adecuadas para que quien crea empleo se establezca».
Ahondando sobre la bajada de impuestos, ha manifestado que Andalucía apostó desde el inicio de la pasada legislatura por una bajada de los mismos, en concreto, del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos, el Impuesto de Actos Jurídicos Documentales o el tramo autonómico del IRPF, y que «a pesar de ello se han recaudado 925 millones de euros más».
Críticas al gobierno
Una vez analizada la situación fiscal de Andalucía, la consejera ha dedicado unos palabras a analizar las decisiones del Ejecutivo central en este ámbito. Así, ha incidido en que «tenemos un Gobierno que en época de crisis está apostando por una política que va en contra de que salgamos de la crisis», que «apuesta por una bajada del gasto público y una subida de impuestos para ahorrar en el momento en el que la situación económica no es tan boyante».
«Las políticas procíclicas son las que van con el ciclo económico. Hay un gasto público exagerado en época de bonanza y luego hay una subida de impuestos tremenda en época de recesión o en una época de desaceleración económica. Y eso es lo que está haciendo el Gobierno de España», ha abundado.
De este modo, la titular de Empleo ha apuntado que todo ese contexto «no ayuda en nada a la comunidades autónomas y tampoco a Andalucía», donde, sin embargo, «en julio, en una situación de subida del desempleo generalizado, ha bajado el desempleo en 2.630 personas, con lo cual no ha sido una situación tan mala como en el resto de España». Además, tiene unos indicadores económicos «buenos», con «un incremento del PIB del 5,9% en el segundo trimestre del año y a 1,9 puntos de recuperar el PIB prepandemia».
Al respecto, ha lamentado que, mientras todos los países de la Unión Europea han recuperado el PIB que tenían antes de la pandemia, «España es el único país que no lo ha recuperado», y aunque «se decía que sería en 2023, ya están diciendo incluso que en 2024».
No obstante, ha destacado que, según los últimos datos del Observatorio BBVA Research, «solo cinco comunidades autónomas van a recuperar el PIB prepandemia en el 2023 y Andalucía es una de ellas», cifras que «nos hacen ver que el tejido productivo andaluz está aguantando mejor que el resto de España».
Al hilo de esta cuestión, Blanco ha recomendado que Andalucía no solo debe apostar por el turismo y la industria, sino también por el sector servicios enfocado al software o el sector transportes que «tanto está aportando al PIB».
Contexto económico
Cuestionada sobre la evolución del mercado laboral en los próximos meses, Blanco ve «muy aventurado» predecir lo que va a pasar, porque «estamos en una época de incertidumbre y tenemos que ver cómo va avanzando la tendencia en el mercado para ver las causas y los efectos», ya que «efectivamente, tenemos una tasa de inflación de dos dígitos, 10,8%, que ha vuelto a subir, una crisis energética, la subida y la escasez de materias primas, una subida de tipos de interés y una guerra en Ucrania».
Así, ha explicado que si, por ejemplo, la guerra en Ucrania acaba en otoño, las previsiones puede ser «mucho mejores de lo que podemos tener hasta ahora», aunque ha hecho hincapié en que el contexto económico de España «no es el mejor». «Tenemos un Gobierno que está apostando por una subida de impuestos, por dejar de darle al tejido productivo lo que necesita, que está hablando de impuestos también a la banca o al sector eléctrico», lo cual «crea inseguridad jurídica y hace que las inversiones, sobre todo extranjeras, huyan».
Reforma laboral
Respecto a la reforma laboral, ha indicado que en la comunidad andaluza, según los últimos datos de la comparativa interanual, «tenemos un 597% más de contratación indefinida en julio y un 314% en julio con respecto a junio», es decir, «tenemos un incremento importante de la contratación indefinida», pero, según la EPA, «ha habido un adelantamiento en la contratación en abril, mayo y junio en casi 30.000 contratos, por eso la filiación en julio no ha sido tan potente».
Por tanto, la contratación indefinida «está aumentando, pero también se está produciendo una transformación del mercado de trabajo que está afectando a la productividad y eso es muy grave», ha añadido Blanco, quien ha agregado que otro efecto de la reforma laboral es que hay «más contrataciones fijas pero a tiempo parcial y han bajado las contrataciones temporales», aunque «no hay una correlación directa entre una y otra, pero si hay un trasvase muy importante de contratación temporal o contratación indefinida a tiempo parcial».
La consejera se ha referido también a la duración de esa contratación indefinida, porque «si esa duración es menor de doce meses, que es lo que está pasando, tampoco estamos haciendo nada», por lo que, asegura, "la clave va a estar en cómo va a ser octubre, porque si hay una bajada de filiación de 100.000 personas va a ser un mes muy malo, y además dependerá de cómo contabilizamos los fijos
discontinuos, que van a ir al desempleo, pero no se encuentran como parados registrados".
«Lo que no es de recibo es que los fijos discontinuos sean los nuevos temporales, pero con un despido más caro, que al final es lo que se está produciendo en el mercado laboral. Tenemos que estar muy atentos a lo que está pasando», ha advertido la titular de Empleo, que considera «muy preocupante» la reforma laboral en el sector agrario andaluz, el cual «'per se' tiene intrínseca la temporalidad».
«El sector agrario no es una fábrica que está produciendo 24 horas siete días a la semana, sino que tiene incidencias como el clima o las cosechas, es decir, tiene una serie de circunstancias que hacen que necesiten una contratación temporal, que no la puedan prever», por lo que «la contratación de 90 días, que es la que establece la reforma, queda escasa para determinados sectores productivos del campo andaluz como, por ejemplo, el aceite, la aceituna o los frutos rojos, que necesitan una contratación mayor».
Así las cosas, Blanco ha incidido en que «hay muchos flecos de la reforma laboral que tenemos que ver cómo se ajustan en los próximos meses, porque no podemos seguir así».
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